YA NO ESTÁ HOSPITALIZADO
La Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Madrid ha acordado señalar para el próximo 4 de septiembre, a partir de las 10 horas, la celebración de la segunda y última sesión del juicio por el denominado 'caso de los bebés robados', una vez que el doctor Eduardo Vela, procesado en la causa, se ha recuperado y ya no se encuentra en el hospital.
Como ha recordado el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, la vista oral quedó suspendida el pasado 27 de junio después de que el representante letrado del médico acreditara documentalmente ante la Sala que su defendido se encontraba ingresado en un recinto hospitalario y que, por tanto, no le era posible acudir la misma.
El Tribunal ha tomado la decisión de reiniciar y dejar visto para sentencia el juicio después de recibir un informe de la Clínica Forense de la Audiencia Provincial de Madrid que determina que, "en la actualidad, el procesado se encuentra en condiciones de asistir al mismo". Para tomar su decisión los responsables forenses de la Audiencia han examinado "con detenimiento" todos los informes médicos que ha presentado el abogado del Doctor Vela, quien ya no se encuentra hospitalizado.
El doctor sufrió dolores y mareos horas después de celebrarse la primera sesión del juicio, donde se sienta en el banquillo de los acusados por delitos de detención ilegal, suposición al parto, falsedad documental y sustracción de menores. La fiscal pide 11 años de prisión, mientras que la acusación particular que representa a la denunciante Inés Madrigal eleva la petición a 13 años de prisión.
En la primera sesión, el médico jubilado intentó evitar su declaración alegando motivos de salud. Sin embargo, los forenses de la Audiencia madrileña determinaron que sí estaba en condición de comparecer en el juicio. En su declaración, el acusado tuvo ayer dificultades para contestar por su visible debilidad ante su avanzada edad de 86 años. Vela siguió el juicio sentado en una silla de ruedas.
A preguntas de la fiscal, afirmó que no entregó ninguna niña "a nadie" y aseguró que no reconocía su firma en la partida de nacimiento de Inés Madrigal, la denunciante del caso. Estaba previsto que comparecieran cinco testigos, entre ellos unas periodistas francesas que hicieron una cámara oculta a la mujer del ginecólogo, quien habría reconocido que entregó el bebé a la madre.