Opinión
El Gobierno dice que todo se debe a la guerra de Ucrania, pero es igual de cierto que los precios empezaron a subir hace ahora un año.
El Instituto Nacional de Estadística nos ha dado la mala noticia de que los precios se nos estén desbocando.
En marzo, la inflación ha llegado casi al diez por ciento. Casi dos dígitos. Y la novedad de ese dato se aprecia mejor si tenemos en cuenta que ningún ciudadano español que tenga menos de 40 años ha tenido que sufrir nunca una inflación tan alta.
La pregunta que cabe hacerse es por qué España tiene, también en esto, un hecho diferencial. Porque casi todos los países principales de la Unión Europea tienen el IPC por debajo del nuestro, salvo Bélgica. Incluso Alemania, que depende mucho más que España del gas ruso, tiene menos inflación que nosotros.
El Gobierno dice que todo se debe a la guerra de Ucrania. Y es cierto que la subida del IPC en marzo es achacable a la invasión. Pero es igual de cierto que los precios empezaron a subir hace ahora un año.
Eso significa que, además de la situación en Ucrania, hay otras disfunciones en la economía española, de las que no se puede culpar a circunstancias ajenas.