MISMA EDAD PERO DISTINTO TRABAJO
Miguel es albañil, tiene 45 años y lleva trabajando desde los 14. Siempre en la obra, sin parar, incluso bajo el calor extremo del verano de Sevilla.´"Es que no puedes. Hay veces que sí, aprietas un poquito y puedes más, pero es que es imposible", dice.
Entre estos naranjos de Valencia, Pablo ha pasado sus últimos 45 años. Ahora tiene 62. Es agricultor y reconoce la dureza de su trabajo. "Debería ser muy flexible, según las profesiones y las condiciones físicas de las personas cuando llega el momento. No se puede cortar a todos por el mismo rasero", matiza Pablo Boullosa.
Son trabajos con una exigencia física muy superior a la de otras. Como la de Mariló, que es profesora y con 57 años todavía ni siquiera ha pensado en la jubilación.
Con la misma edad, 57 años, y en la misma situación se ve y se siente José. Él es Abogado y no quiere jubilarse. Considera que tiene plenas facultades para seguir ejerciendo.
Son los pros y los contras de fijar un límite de edad para todos, cuando precisamente no todos los trabajos son iguales.