Estudiantes
Las inmobiliarias apenas tienen oferta pero sí mucha demanda. El alquiler turístico ha copado el mercado y los jóvenes que se trasladan a grandes ciudades para cursar sus estudios no encuentran opciones.
La cuenta atrás ya ha empezado. Quedan menos de dos meses para que empiece el nuevo curso y los universitarios están desesperados. No hay pisos de alquiler. Las inmobiliarias no tienen pisos que ofertar y la demanda es cada vez mayor. Los jóvenes ya no saben a dónde acudir y muchos llevan días haciendo cola a las puertas de una inmobiliaria de Santiago de Compostela, en Galicia.
Daniela lleva semanas buscando piso. Ha acudido a la inmobiliaria para ver si hay suerte pero a ella y a sus amigas les va a tocar conformarse con lo que haya: "Somos cuatro, pero nos van a enseñar uno de tres para ver si podemos compartir una habitación. En general, todos los universitarios coinciden: "Estamos desesperados".
Ricardo es otro afectado. La inmobiliaria abre a las 09:30 horas pero él llega una hora antes para intentar hacerse con un piso en condiciones para el próximo cursos. Asegura que hay pocos o ninguno, aunque de los que ha visto ni uno se salva. Hay otros jóvenes como Ami que ya tienen piso y aunque han mirado para cambiarse lo ven inviable: "Yo he intentado irme a vivir sola o con alguna amiga para buscar un piso de dos y es totalmente imposible".
Pero esta no es la única comunidad autónoma afectada. Madrid recibe este año casi 65.000 universitarios nuevos que andan buscando alojamiento. Cataluña ronda las mismas cifras y la Comunidad Valenciana supera los 35.000 nuevos universitarios que quieren alojarse allí.
La escasez de pisos en alquiler viene desde hace tiempo. El alquiler tradicional es cada vez menos habitual porque el alquiler turístico está en auge, ya que sale más rentable: "La mayoría de los pisos los arreglan, los reforman, para piso turístico", asegura María Pilar López, gerente de Jaspem Inmobiliaria.
Muchas veces, el estado del piso o las condiciones para alquilarlo no ayudan: "Las fianzas son muy altas", asegura Pedro, quien lleva buscando meses un piso de alquiler para él y dos amigos más. Incluso al preguntar, a algunos, les han impuesto una hora de entrada y de salida, como si de un toque de queda se tratara. Otro problema al que se enfrentan los jóvenes son los desperfectos: "En la sala, por ejemplo, tenemos unas humedades enormes, que nos salen setas en el salón, y nos dicen que nos busquemos la vida".
Es por lo que ahora muchos jóvenes se anticipan en la medida de lo posible: "Muchas de las personas están reservando los pisos por fotos previas del año anterior o vídeos previos del año anterior", asegura Ángel Lorenzo, gerente de la Inmobiliaria Best House.