Con un estilo bastante grosero ridiculiza la figura del empresario, encarnado por Chiquiliquatre, que acaba perdiendo los nervios cuando le llega el cobro de diferentes impuestos.
Nuevamente las palabras mal sonantes y las expresiones groseras vuelven a protagonizar la quinta entrega de una saga con la que UGT pretende concienciar a los trabajadores para que acudan a la huelga general.