Vivienda
Tener un empleo en las grandes ciudades no garantiza que puedas vivir solo. Ya no hablamos de comprar un piso, sino simplemente alquilarlo. Muchos trabajadores solo pueden permitirse con su sueldo pagar una habitación y a veces en condiciones pésimas.
Muchos trabajadores hacen malabarismos para pagar un alquiler. Van a ver el 'minipiso' en el que vive Gabriela en Madrid junto a otras dos chicas.
Se trata de un ático abuhardillado muy pequeño y en su habitación ni siquiera se puede poner de pie porque se da con la cabeza. Nos enseña cómo hace la cama y la vida en general, agachada: "¡Mira cómo estoy! Este es mi día a día, me doy con la cabeza en el techo, no puedo hacer bien la cama o coger ropa...", dice resignada.
Se ven en esta situación con 32 años y un trabajo de contable: "Con una carrera y un máster. No me puedo independizar ni tampoco puedo ahorrar". Ese es el problema, con los alquileres tan caros casi todo su sueldo se va en pagar la habitación.
Por 64 metros cuadrados pagan casi 1000 euros de alquiler entre las tres. "Es frustrante, los precios cada vez se elevan más", asegura. Además, el piso no está en buenas condiciones. Dice que es viejo, que en verano pasan mucho calor y en invierno frío. Un zulo. Se queja de la falta de oportunidades de los jóvenes para poder comprar una vivienda o acceder a una hipoteca y no ve el futuro mucho mejor.
De Madrid nos vamos a Málaga, conocemos a Cristina tampoco le da con su sueldo de cocinera, separada con dos niños: "Al tener los nenes, la gasolina, y los sueldos están a mil y pocos euros".
A su edad, no le queda otra que compartir su piso con una amiga y así se ayudan mutuamente con los gastos. "Compartimos entre las dos. Muchísimas compañeras y amigas. Los alquileres de 1000 euros no bajan. Te tienes que ir a las afueras", cuenta. Trabajadores que ni siquiera pueden permitirse vivir solos.
Después de dos años de subidas, la firma de hipotecas se desploma en 2023. Ha sido la mayor caída en 10 años. Se han firmado casi un 18% menos de hipotecas.
También ha caído la compraventa de vivienda, pero menos que las hipotecas y esto, según los notarios, es porque más de la mitad de los que compran no piden préstamos y pagan al contado.