Alcohol
Los precios de las bebidas alcohólicas se han incrementado en un 6% con respecto al pasado año.
No hay fiesta sin una copa de vino, una jarra de cerveza o un vermut. Y este año la celebración nos saldrá un poco más cara. Los precios se han disparado y las bebidas alcohólicas no iban a ser una excepción. La cerveza ha incrementado su precio en un 9,73%, el vino el poco menos de un 6% y los licores en más de un 7%, según el INE.
Son datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) y se explican a través del aumento de los costes de energías y transportes y, en el caso de la cerveza, también por la subida del precio de los cereales, de hasta un 37% en solo 24 meses. De ahí que esa bebida sea la que sufre el aumento de precio más acusado de entre todas las espirituosas.
Pero esos, aproximadamente, 25 céntimos de más, no parecen doler a los consumidores. Nos vamos de bares para comprobarlo y lo hacemos en domingo, el día por excelencia de salir a tomar cañas. "Aquí no se ha dejado de vender cerveza nunca, se bebe cerveza todos los días y a todas horas", dice Santi, camarero de la Taberna do Bispo e Santiago.
"Ahora se bebe más"
Y lo confirmamos al echar un ojo a la barra del local en torno a las doce de la mañana: lleno total. Cerveceros y madrugadores. En otro establecimiento de la misma zona, Ricardo, empleado también de hostelería, reafirma las palabras de su compañero: "Yo creo que no solo no ha descendido el consumo, es que ahora se bebe más".
Los clientes lo confirman, ni uno de ellos ha dejado de disfrutar de este pequeño placer de la vida por unos céntimos de más porque "un día es un día, y si nos quitan la cerveza, ¿qué nos queda?", sostiene una turista mallorquina con una caña en la mano.
Lo cierto es que una costumbre tan española como esta, la de quedar con los amigos o la familia para charlar mientras se disfruta de un vino o una cerveza, está tan arraigada en la sociedad que un aumento de los costes no se ve reflejado en el mercado, al menos, por ahora.