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El testimonio de una persona que reside en una autocaravana en Palma: "Vivir en ocho metros es muy duro"

Proliferan, en los alrededores de Palma, zonas con numerosas autocaravanas donde viven personas que trabajan pero que no pueden pagar los elevados alquileres de la ciudad.

El precio del alquiler en muchos puntos de España es insostenible, es el caso de Palma. Por ello, muchas personas se ven obligadas a vivir en autocaravanas. Muchas de ellas se encuentran en el aparcamiento público de las piscinas municipales de Son Hugo, a las afueras de Palma de Mallorca. Allí se concentra una veintena de autocaravanas y rulotes en las que viven personas que trabajan, pero nos cuentan que no pueden afrontar los elevados precios de los alquileres que se piden en la ciudad. Así que se han establecido en esta especie de comunidad sobre ruedas, y cada vez son más, las zonas de la periferia que concentran estas caravanas.

Es el caso de Juanjo, un mallorquín de 53 años y que trabaja como técnico de mantenimiento. Después de dormir tres años en su coche, el pasado mes de abril compró una caravana. "Es la única alternativa, si cobras 1.000 euros y te piden 700 de alquiler, relata con pesar. "Al menos me aseguro de que aquí no me van a echar, tengo un techo donde estar, no podré comer un filete, pero sí calentarme arroz o un huevo", apunta.

Explica a Antena3 Noticias que es duro vivir en ocho metros cuadrados. A veces le entra ansiedad: "Es muy duro vivir en una caravana, no es un lujo. Si es un fin de semana es muy bonito, pero residir aquí no es fácil". La electricidad proviene de sus placas solares instaladas en el techo del vehículo y el agua potable se la proporciona un vecino.

Se calcula que Palma es la quinta ciudad con el salario medio más bajo de España y una de las que tiene los alquileres más elevados. Conocemos a Francisco. Este joven de 34 años realiza trabajos verticales y vive en su furgoneta. " Con lo que cobro no me da para pagar un alquiler", dice. En su caso paga la cuota de las piscinas y allí se asea:" A veces es un poco agobiante y me gustaría tener más espacio ".

La ordenanza municipal prohíbe que estos vehículos estén más de 10 días aparcados en el mismo lugar así que ellos se van desplazando. "Cada cuatro días vamos al punto verde, vaciamos las aguas residuales y ya nos movemos, también en función del sol, para cargar nuestras placas solares". Cuenta Cristina, argentina de 78 años, que también vive en esta singular comunidad.

Recorremos varias zonas de los alrededores de Palma y comprobamos que hay más gente que vive así, pero prefieren mantener su anonimato. En algunas zonas, vemos como varias caravanas se aparcan a las puertas de chalets de lujo.

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