SEGÚN UN ESTUDIO DE LA UNIVERSIDAD DE BARCELONA
Un tercio de la población española preferiría ignorar o detener el crecimiento económico para lograr la sostenibilidad ambiental, según un estudio realizado por investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universidad Autónoma de Barcelona (ICTA-UAB).
El trabajo, que publica la revista Global Environmental Change y que ha sido realizado por Stefan Drews y Jeroen van den Bergh, ha evaluado la opinión pública sobre el crecimiento económico, el medio ambiente y la prosperidad a través de una encuesta a un millar de ciudadanos españoles. Según Stefan Drews, que llevó a cabo la investigación en el contexto de su tesis doctoral, "durante décadas, ha habido un debate académico y público sobre si el crecimiento económico es compatible con los objetivos medioambientales y si se trata de un buen indicador del progreso".
"Aunque esta cuestión ha recibido una atención considerable por parte de los medios de comunicación y los foros públicos, hay muy poco conocimiento sistemático sobre lo que piensa el público en general. Esto nos sirvió como motivación para iniciar la investigación", ha explicado Drews.
La encuesta, que contenía 40 preguntas sobre crecimiento económico, investigó la opinión pública sobre qué tipo de estrategia de crecimiento-medio ambiente deben seguir las políticas públicas. Los resultados muestran que la mayoría de los encuestados (59%) está a favor de continuar con el crecimiento, ya que puede combinarse con la sostenibilidad ambiental (lo que se conoce como crecimiento verde). El 21 % se mostró a favor de ignorar el crecimiento como objetivo político, mientras que el 16% apoyó detenerlo por completo (decrecimiento).
Sólo el 4% expresó una clara e incondicional apuesta a favor del mismo (crecimiento a cualquier precio). La creencia más generalizada a favor del crecimiento (con una adhesión del 80 %) es que es necesario para crear puestos de trabajo, pero alrededor del 40% de la población cree que "una buena vida sin crecimiento económico es posible". Respecto a cuando creen que el desarrollo económico tiene un límite, un 44% cree que el crecimiento económico podría detenerse en los próximos 25 años, mientras que casi el 30% cree que éste podría ser infinito.
Según los autores, las razones socioeconómicas, como la desigualdad, tienen más peso que las ambientales (por ejemplo, la escasez de energía) a la hora de justificar las creencias en el fin del crecimiento. Una gran confianza en la tecnología y en el ingenio humano son las principales razones argumentadas por los que creen en el crecimiento ilimitado.
Los resultados muestran que las personas con valores más conservadores (por ejemplo, los que dan mucho más valor a la "tradición" y la "seguridad") mantienen puntos de vista especialmente fuertes a favor del crecimiento. Asimismo, las personas más religiosas y con tendencias políticas de centro-derecha también tienen una visión más positiva sobre el desarrollo económico. "El valor general de este estudio es que proporciona una imagen completa y matizada de la opinión pública respecto a las relaciones entre el crecimiento económico, el medio ambiente y la prosperidad", ha concluido Drews.