Teletrabajo
Ya solo 1,5 millones de empleados teletrabajan más de la mitad de los días desde su domicilio, un descenso de 9 puntos porcentuales respecto a 2020. Dos expertos analizan en este artículo los pros y contras del teletrabajo y cuestionan su duración en el tiempo.
Cuando Pedro Sánchez anunciaba el pasado 14 de marzo de 2020 el estado de alarma en España por el coronavirus, muchas empresas optaron por implantar el teletrabajo para continuar ofreciendo sus servicios. Sin embargo, en 2023 observamos que esta práctica está retrocediendo.
Un informe del Instituto Nacional de Estadística (INE) asegura que en el segundo trimestre de este año solo un 7,3% de la población ocupada en España teletrabajaba más de la mitad de los días a la semana. Esto se traduce en 1,5 millones de empleados, cifra que ha disminuido en unos 9 puntos porcentuales con respecto a los datos de la pandemia, cuando el porcentaje era del 16,2.
Además, un 13,9% de los españoles aún trabaja desde casa al menos un día a la semana y este dato ha bajado un 5,5% en comparación con los meses de confinamiento.
"El estado actual del teletrabajo varía mucho según las regiones, los países y el tipo de industria. No obstante, en términos absolutos, ha aumentado respecto a antes de la pandemia y ha disminuido respecto al final de la misma", considera Manel Fernández Jaria, profesor de los Estudios de Economía y Empresa de la Universidad Oberta de Catalunya (OUOC).
"Ha cambiado la forma de trabajar en muchas empresas. Y lo que ocurre, es que como en cualquier cambio, hay un modelo de adaptación y las empresas tendrán que encontrar ese modelo y ese equilibrio que a ellos les funcione", continúa. Sobre la presencialidad, Manel Fernández Jaria señala que el teletrabajo "también tiene problemas relacionados con las relaciones interpersonales".
"Es cierto que las relaciones interpersonales se ven favorecidas cuando tenemos proximidad, pero también es cierto que en las relaciones interpersonales de presencialidad aparecen las envidias, los celos y las quejas", dice.
En la decisión de establecer o no el teletrabajo, el tamaño de las empresas cuenta. Un 61,3% de aquellas que cuentan con más de 250 empleados permite trabajar en remoto, mientras que solo lo aceptan un 44% de las empresas pequeñas (aquellas que tienen menos de 50 empleados).
"El teletrabajo ha abierto un debate profundo entre el estar y el hacer. Hasta ahora estar en la oficina era una garantía de qué estábamos haciendo, ahora ya dudamos de eso y por lo tanto estar es una cosa y hacer es otra", considera el profesor de la UOC.
Hay muchas empresas que prohíben el teletrabajo por considerar que sus empleados pueden escaquearse. Para frenar esto, Windows 11 puso en marcha hace unos meses una herramienta capaz de controlar si el trabajador está "presente, ausente o no interactuando".
"No hay duda de que el teletrabajo proporciona muchos beneficios y beneficios tanto para los empresarios como para los trabajadores", opina Mark Mortensen, profesor asociado del Instituto Europeo de Administración de Negocios (INSEAD).
"Por el lado de los empleados, sabemos desde las primeras investigaciones sobre cómo diseñar puestos de trabajo de manera efectiva y crear buenos empleos, que la autonomía y el control son un aspecto fundamental en ese sentido", opina. Los expertos consideran que un aspecto positivo del teletrabajo es el diseño de los cargos, pero también "permite a los empleados mejorar potencialmente".
"Hago hincapié potencialmente porque, por un lado, sí permite programar su tiempo, también hay más personas que se esfuerzan por crear vínculos entre el tiempo de trabajo y el tiempo familiar", continúa Mortensen.
El profesor de la UOC también está en sintonía con las palabras del economista del INSEAD. Opina que el entorno es más cómodo para los individuos y así la empresa puede ser más productiva. Pero la productividad puede bajar si el teletrabajador suele distraerse en su casa. "Algunos estudios sugieren que el teletrabajo puede aumentar la productividad al ofrecer un entorno de trabajo más cómodo para las personas. Sim embargo, también puede disminuir la productividad si no gestiona adecuadamente todo el tema ligado a las distracciones del hogar o si los equipos necesitan una supervisión constante", dice Manel Fernández.
"Por esta razón, yo acompaño a empresas y equipos a aprender teletrabajar. Este es un aspecto que se había hablado poco porque la gente no sabe teletrabajar. Se requiere un buen aprendizaje porque si tomamos malos hábitos, los perpetuamos", concluye.