Opinión
La presentadora de Espejo Público cuenta las quejas de un amigo que vio cómo le cancelaban casi la mitad de las mesas de su restaurante pocas horas antes: "Es un roto muy grande".
Se me queja un amigo restaurador que el miércoles le reservaron todas las mesas de la sala. Y al día siguiente, 12 de octubre, Fiesta Nacional, le cancelaron 12 mesas, casi la mitad. Con tan poco tiempo, además, que no tuvo margen para aceptar nuevas reservas. Y eso, como os podéis imaginar, es un roto muy grande.
Todos hemos tenido que cancelar alguna mesa, pero tenemos que ser muy conscientes también de los perjuicios. Y avisar con tiempo. Sé de gente que reserva en varios restaurantes para decidir en el último momento a dónde va a acudir. Y algunos ni siquiera se molestan en llamar para cancelar.
Dada la informalidad del personal, entiendo que haya restaurantes que cobren una mínima penalización cuando la cancelación es a última hora. ¿Acaso no nos cobran los hoteles cuando no vamos? Dice la OCU que eso es legal siempre que el restaurante lo advierta de antemano. Y pide que el Gobierno lo regule. Ya estamos tardando.