ANTE LA AMENAZA DE DESPIDOS
Botellas y papeles por el suelo, restos de comida y baños sucios. Esa es la imagen que presenta por estos día el aeropuerto de Madrid Barajas. Los trabajadores del servicio de limpieza continúan con la jornada de huelga iniciada desde el pasado jueves por el ERE de la empresa Pilsa que contempla 54 despidos. Unos paros que suponen la continua sorpresa de los viajeros quienes aseguran que "se nota mucho la falta de cuidado de la instalaciones".
Hasta el momento la huelga es indefinida aunque se han decretado servicios mínimos en las tres terminales, sin embargo la mitad de los baños se encuentran cerrados. Los pasajeros coinciden en que esta estampa supone una mala tarjeta de presentación para los turistas que describen las instalaciones como las de un aeropuerto del tercer mundo ya que las esquinas se han convertido en auténticos vertederos. Hoy los servicios de limpieza de la T4 que dependen de otra empresa, empiezan sus paros por la amenaza de despidos.