Consumo
Las empresas de alimentación avisan de las consecuencias del aumento de costes. Suben las materias primas, el transporte marítimo y la energía y, asumir esa "tormenta perfecta", es difícil si se mantiene en el tiempo. Desde la patronal -que engloba a marcas como Mercadona, Inditex, Coca-Cola o El Corte Inglés- aseguran que la intención es no subir esos precios aunque la presión "es muy fuerte".
Suben los precios de las materias primas, se agolpan contenedores en los puertos, aumenta el precio de la energía... La radiografía de los costes para las grandes empresas de consumo muestra síntomas inquietantes. Ya notan las fuertes presiones de los precios y advierten de que se complica no trasladarlo a los consumidores.
El dato de inflación de septiembre ya refleja, según las empresas, los efectos de ese coste extra.
Desmienten el desabastecimiento pero no descartan subidas de precios
Ignacio González, el presidente de la patronal del gran consumo AECOC (que engloba a marcas como Mercadona, Inditex, Coca-Cola o El Corte Inglés), asegura que la conclusión es que esa inflación está aflorando y que los meses que viene "van a ser del mismo estilo o peor". "No veo tensiones que lleven al desabastecimiento en la cadena, ahora mismo no lo veo, pero todo depende de la fuerza que tenga esa tormenta perfecta y la capacidad de absorción que tengamos las empresas" asegura e incide en que "la intención es no hacerlo y la presión es muy fuerte y habrá inflación en la alimentación".
El sector de gran consumo lanza un "mensaje de tranquilidad" y garantiza que no habrá desabastecimiento frente a las dificultades que sí se están produciendo para transportar algunos artículos muy demandados en Navidad: "No tendremos problemas, no habrá problemas de suministro de alimentos y bebidas como tampoco pasó nada durante la pandemia gracias a que contamos con una cadena de suministro robusta".
Crisis de los contenedores
La situación que viven las empresas españolas no parece que tenga una solución a corto plazo, desatascar millones de contenedores agolpados en los puertos internacionales es muy complicado, dice Ricardo González, del Clúster de madera de Galicia a Antena 3 Noticias y, asegura, eso tiene consecuencias como que algunas de sus líneas de producción en la fabricación de la madera estén paradas.
Hay quien ya lo llama la crisis de los contenedores. Durante la pandemia la demanda de productos cayó en picado y, en consecuencia las navieras redujeron su capacidad. Ahora se ha reactivado la demanda y como no hay capacidad para transportar tantos pedidos, se incrementan los precios de los envíos.
El problema afecta a las exportaciones de, por ejemplo, el aceite de oliva. Enviar a Estados Unidos costaba unos 2.200 euros el envío, dice Pablo Aguilera, jefe de exportaciones de Aceites Balcón del sur, y ahora puede superar los 6.000 euros. Si el producto viene del Reino Unido entra el juego el Brexit que frena las exportaciones e importaciones a nuestro país. Son muchos los bares y restaurantes a los que no están llegando los pedidos completos.
La construción también lo nota
En el sector de la construcción también lo notan. Se ha producido un sobrecoste en todas las obras de un 22% y cuatro de cada diez empresas han cancelado o paralizado las obras. Son datos de la Confederación Nacional de la Construcción.
Para algunos expertos económicos si este escenario se prolonga en el tiempo podría hacer mucho daño a nuestra economía. Podríamos sufrir una retirada de estímulos y una subida de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo con el impacto potencial que eso podría tener en la deuda. Lo que podría suponer un auténtico desastre para nuestra economía.
Jugueteros
El sector de los juguetes también muestra su preocupación. Temen quedarse sin stock en la principal campaña del año, la de Navidad. Producir además es casi un 40% más caro.