CUANDO ORDENÓ SU DETENCIÓN
Por órden de Pascual, Ruiz-Mateos fue detenido hace tres años en su casa de Madrid y llevado a Mallorca para comparecer ante la jueza, a la que llamó a la cara “mala mujer” y a la que desafió a “colgarme en la plaza del pueblo si quiere”, siendo reprendido por la secretaria del juzgado mallorquín.
A su salida, en libertad provisional en el caso de la compraventa de un hotel en la isla, Ruiz-Mateos aseguró que “me estoy muriendo, gracias a la jueza”, y que “prefiero morirme después de conocer a una jueza como ésta”, a la que culpó por el trato recibido durante su detención, traslado y pernoctación de una noche en los calabozos de la policía mallorquina.
“Esta mujer es peor que Satanás. Es un demonio. No se puede hacer peor. Es nauseabunda”, declaró el empresario inculpado, aquejado de Parkinson, ante los periodistas.