HUELGA EN EL METRO DE MADRID
La cuarta jornada de huelga de los trabajadores del suburbano madrileño se ha iniciado esta mañana con el restablecimiento del servicio en todas las líneas, que funcionarán al 50%, en cumplimiento de los servicios mínimos establecidos por la Comunidad de Madrid.
Eso sí, seis de los trenes han tenido que ser retirados después de que se detectara un sabotaje en el sistema que controla desde la cabina la apertura de las puertas.
Los trenes que han podido salir han realizado sus primeras paradas a las 6.05 horas de la mañana. En su página web, Metro informa de que durante la jornada de hoy circulará, como mínimo, el 50% del número de trenes que habitualmente lo hacen y de que en todas las estaciones permanecerá abierto, al menos, un vestíbulo y sus correspondientes accesos.
Como en la primera jornada de huelga, el lunes pasado, en la que se respetaron los servicios mínimos, se espera que las primeras horas de servicio los andenes estén más llenos de lo normal, sobre todo en estaciones con mucha afluencia de viajeros.
Asimismo, se espera que con el restablecimiento del 50% del servicio, el tráfico de vehículos se ha reducido en la capital y en su carretera de circunvalación (M-30) con respecto a las últimas 48 horas. Los empleados de Metro, reunidos ayer en asamblea, votaron el mantenimiento de los paros durante las próximas 48 horas, pero con el compromiso de respetar los servicios mínimos del 50%.
El comité de huelga, integrado por UGT, CCOO, Sindicato de Conductores, Solidaridad Obrera y Sindicato Libre, destacó ayer que la aceptación de los servicios mínimos, que consideran abusivos, es un "gesto hacia el pueblo de Madrid" que acabará, advirtió, cuando un trabajador sea sancionado.
Por su parte, la Consejería de Transportes sostiene que los servicios mínimos establecidos por la Comunidad de Madrid para la huelga de Metro son adecuados, según avala una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
Durante estos dos últimos días, los dos millones de ciudadanos que cada día utilizan el metro para desplazarse por Madrid han tenido que recurrir a otros transportes públicos y han soportado largas esperas en paradas de autobús y taxi, además de una circulación más colapsada.