Plan ahorro energético
El objetivo para no pasar frío en invierno es reducir el consumo energético un 7%. ¿Serán suficientes las medidas?
Ya está aquí el plan de ahorro energético aprobado por el Gobierno durante el Consejo de Ministros. Este miércoles entran en vigor todas las medidas para hacer frente a la crisis energética y conseguir el objetivo que solicita la Unión Europea: alcanzar un ahorro energético del 7%. Las previsiones indican que las medidas permitirán reducir el consumo en un 5%, pero, Pedro Sánchez anunciará un segundo paquete para alcanzar los dos puntos restantes.
Entre polémica y discusión desde muchos sectores, a partir de hoy los establecimientos, edificios públicos y lugares de transporte deberán mantener una temperatura mínima de 27 grados en verano y de 19 en invierno. Asimismo, la humedad deberá mantenerse entre el 30% y el 70%. Además, entra en vigor el apagón de edificios públicos que hayan cerrado y escaparates a partir de las 22:00 horas. Otra de las medidas es mantener las puertas cerradas para evitar un gasto mayor de aire acondicionado.
Con todas las medidas ya en vigor surge una pregunta: ¿Será suficiente con estas medidas alcanzar la reducción del 7%? Según algunos expertos, lo que contribuiría sería bajar la calefacción a 19 grados en invierno, no limitar la temperatura en verano ni el hecho de apagar las luces.
El límite de la calefacción, clave para reducir el consumo
Yolanda Moratilla, profesora de energía en la Universidad Comillas-ICAI, afirma que las medidas del Ejecutivo para el ahorro de energía "no son muy eficaces en verano, sin embargo, si lo son en invierno. Sobre todo por la reducción de la temperatura". "Simplemente con esa única norma, nos puede llegar la reducción de ese 7% que necesitamos".
Excepciones dentro del plan de ahorro
La vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, indicó una serie de márgenes respecto a las medidas. Se permitirán excepciones para aquellas personas que desempeñen labores donde se requiera un determinado esfuerzo físico. En este sentido, Ribera explicó que no es lo mismo permanecer "sentado en la oficina" que trabajar bajo el calor de los fogones en un restaurante.
Se conceden dos tipos de margen dependiendo de la cantidad de esfuerzo físico que demande el trabajo. Para los trabajos considerados de oficina, en los que apenas hay movimiento, deberán mantener los 27 grados establecidos. En cambio, aquellos en los que hay un constante esfuerzo, como pueden ser restaurantes y almacenes, podrán bajar el aire acondicionado dos grados, llegando a 25.