Vendimia
En algunas bodegas la producción de uva se reduce un 40 % en casos más extremos, hasta el 80%.
Han mirado al cielo en múltiples ocasiones suplicando la lluvia, pero hace dos meses que no cae una gota en zonas como el Penedès. Eso está afectando de lleno a la vendimia. En algunas bodegas la producción de uva ha disminuido un 40%, en casos muy extremos ha bajado el 80% de su producción.
"Este es uno de los claros efectos de la sequía: algunas hojas están secas y la uva es más pequeña y hay casos en los que vemos que está quemada", explica a Antena 3 Noticias Ricard Fusté, ingeniero agrónomo de las bodegas Sumarroca. Recorremos con él parte de las más de 250 hectáreas que las bodegas dedican al cultivo de la vid.
Relata que la falta de agua en las cepas altera su ciclo y hace que la planta no se desarrolle como debería. El resultado es que el grano es más pequeño y la producción es más baja. Hablamos con Oscar Llomb, enólogo de Sumarroca. Nos explica que, si en una temporada estándar recogían 1 millón 600.000 kilos de uva, ahora están recogiendo medio millón de kilos menos.
Todo ello inquieta al sector vitivinícola: "Preocupa por que el viticultor vive de esto y si la producción baja, afecta en todos los sentidos". Además las altas temperaturas hacen que la vendimia se haya adelantado dos semanas porque la uva madura antes, pero el crecimiento y el fruto es irregular, por lo que tiene menos jugo.
"Hace 20 años, la vendimia era a principios de septiembre, pero el cambio climático que estamos viviendo ha hecho que ahora a principios de agosto estemos vendimiando". añade Llomb.
Una situación que se repite en la mayoría de las bodegas de la zona especialmente dedicada a la producción de vino y cava, y ven cómo esta emergencia climática está azotando muy duramente al campo, y todo ello son pérdidas económicas. Aun así, los expertos aseguran que a pesar de todo se prevé una uva de muy buena calidad y un vino excelente.