Despido
El Constitucional ha dado la razón a un empleado despedido por criticar a su empresa. Él trabajaba como enfermero de un centro municipal de mayores dependientes en Barakaldo, Bilbao.
En mayo de 2015 el trabajador fue despedido después de notificar ante el Ayuntamiento una supuesta falta de material sanitario y administrativo en las instalaciones municipales. Ahora, la sentencia ha anulado su despido porque, dice, tenía "libertad de expresión" y, además, que no ofendió a nadie.
"El derecho a la libertad de expresión otorga a la personas el poder de expresar ideas y opiniones libremente, siempre que se haga de forma respetuosa con los límites constitucionales" expresa el tribunal en su fallo.
Además, expone que ha habido una "injustificada limitación" del derecho del enfermero a ejercer su libertad de expresión al exigirle que sus críticas no transcendiesen más allá de la adjudicataria.