SEGÚN UN ESTUDIO DE YOUGOV
La incierta situación económica en España e Italia se ve reflejada en el pesimismo de sus jóvenes respecto al futuro y en su mayor disposición a emigrar para labrarse una vida mejor, revela un informe presentado en Berlín.
Según el estudio, realizado por el instituto de demoscopia YouGov entre más de 6.000 jóvenes de entre 18 y 30 años de República Checa, Alemania, Italia, Países Bajos, España y Reino Unido, el 49 % de los españoles encuestados y el 41% de los italianos ven su futuro con optimismo, frente al 71% de los holandeses.
Asimismo, sólo el 29% de jóvenes españoles y el 23% de italianos están convencidos de que su existencia será mejor que la de sus padres en materia de ingresos y estándares de vida, frente al 43% de los alemanes, según el estudio del Instituto para la Sociedad y las Comunicaciones de Vodafone.
sólo el 29% de jóvenes están convencidos de que su existencia será mejor que la de sus padres
Por otra parte, el 42% de españoles e italianos que estudian o se están formando se muestran poco confiados en encontrar un puesto de trabajo acorde a su formación, una esperanza que sí tiene el 73% de los alemanes. Entre los jóvenes que actualmente trabajan, sólo el 40% de los españoles y el 36% de italianos, frente al 66% de los alemanes, ven posible encontrar un empleo en su misma área en el futuro.
En este sentido, el 34% de españoles y el 39% de italianos considera que las oportunidades de trabajo son mejores en el extranjero, una idea que sólo tiene el 9% de alemanes. La consecuencia es que el 58% de los españoles y el 61% de los italianos no descarta emigrar a otro país en busca de mejores oportunidades de trabajo.
Aunque la mayoría de jóvenes europeos afirma que se postula u opta a un empleo por su interés en su área específica de trabajo, el 19% de los españoles y el 21% de italianos -frente al 11% de alemanes- dicen que aceptan cualquier puesto como solución temporal para salir o evitar el desempleo.
Además, el 35% de los españoles y el 40% de los italianos optan por invertir más tiempo en estudiar para compensar la difícil situación del mercado laboral, un porcentaje que se sitúa entre el 27% y el 31% en el resto de países estudiados. Los españoles y los italianos también consideran que los empleadores deberían tener más influencia en los planes de estudios.