Turismo
El sector de los cruceros es uno de los más afectados en España por las restricciones sanitarias y la ausencia de turistas, lo que provoca que países del Mediterráneo oriental se lleven las reservas. En Barcelona, 7 de cada 10 hoteles continúan cerrados.
El turismo es uno de los sectores más tocados de la pandemia. El sector confía en los próximos meses para iniciar la recuperación, pero el negocio de los cruceros sigue prácticamente parado. Desde marzo de 2020, está prohibido que ningún buque que tenga como origen o parada un destino extranjero pueda visitar nuestras costas. Esto hace que las navieras se estén yendo de España a sus principales competidores del arco mediterráneo, como son Grecia, Italia, Chipre o Malta. Como solución intermedia, Canarias lo que ha hecho es recibir a turistas en avión y organizar un recorrido por las islas, pero no es suficiente.
En nuestro país, el sector moviliza a 11 millones de turistas y supone 6.000 millones de euros anuales. Las imágenes de buques con miles de cruceristas desembarcando en nuestras costas ya quedan muy lejos. Los comerciantes de la zona dicen que la afluencia de turistas era "notable" y que había "mucho movimiento y ambiente en la zona".
Y, sin llegar a ser ni parecido, por el momento solo hay algunos cruceros domésticos y que al tocar tierra funcionan en grupos burbuja para que no haya ningún contacto entre los residentes y los turistas que llegan. Los que se dedican al sector dicen que los autobuses en los que viajan han sido desinfectados y llevan guías que han dado negativo para la visita.
Pero es algo que no es positivo para la economía local porque ya tienen todos los servicios cubiertos. En el protocolo se exige negativo antes del embarque e incluso hay barcos que tienen UCI, pero como la legislación española no lo permite, los países del Mediterráneo oriental se llevan los cruceros. De momento, los cruceros dicen adiós a España que pierden competitividad.
Los hoteles en Barcelona siguen cerrados
En Barcelona, 7 de cada 10 hoteles siguen cerrados porque las reservas son insuficientes y los números no les cuadran. Los turistas llegan a cuentagotas. Hay hoteles que se resisten a abrir sus puertas y esta situación se ha convertido en la estampa del 70% de la Ciudad Condal. "Está cerrado porque no conseguimos el volumen de reservas mínimo con el que poder abrirlo", explica un director de hotel que no puede abrir.
En los hoteles reina el silencio desde el principio de la pandemia y temen que con las restricciones dejen de ser un destino estrella si no se toman restricciones "acertadas con celeridad". De hecho, los turistas extranjeros están reservando ya en otros países como Grecia o Turquía, mientras que muchos españoles prefieren moverse solo por nuestro país.
Eso lo notan en los hoteles donde casi no hay reservas. Explican que "a 15 días vista ya no hay reservas a futuro" y tienen "0 ingresos y muchas facturas a pagar". El gremio de hoteleros de Barcelona calcula que, como consecuencia de la pandemia, el sector ha perdido ya unos 2.100 millones de euros.