RENOVAR Y AHORRAR
Tener electrodomésticos antiguos puede pasar factura en el recibo de la luz. Pepa tiene siete en su cocina y la mitad de ellos tienen más de 20 años: "No os exagero, mi lavadora tiene más de 25 años y la pongo poquísimo porque gasta mucho". Si decidiese cambiar esa lavadora se ahorraría unos 200 euros al año.
Si cambiase además el frigorífico, que lo compró hace dos décadas, se ahorraría otros 210 y el cambio de lavavajillas le supondría pagar 75 euros menos, es decir al final de año ahorraría casi 500 euros. El gasto de los nuevos electrodomésticos se amortiza en un par de años más o menos.
En una tienda de electrodomésticos, el momento de la compra es clave para abaratar la factura. En la etiqueta consta la clasificación energética, desde D hasta la A triple. También es importante comprobar el tipo de tarifa contratada.