LA SITUACIÓN DE LA ECONOMÍA REVALORIZA OFICIOS
Precisión y rapidez es lo que se exige a las mujeres artesanas. Tres mil rederas trabajan en el litoral gallego confeccionando y reparando redes. Aprendieron el oficio de sus madres, y ahora 200 están ya asociadas. "Al salir de casa y estar cotizando te valoras mas y trabajas con más ganas" asegura una de ellas.
Ánxeles se dedica a las redes del arte del palangre y Rosa a la volanta. Para acabar una red necesitan, al menos, 4 horas. "Es duro pero muy bonito" dice la primera. "Le echamos muchas horas para entregar el trabajo a tiempo ya que los barcos tienen que salir" añade su compañera.
Estamos en el puerto de Malpica, en A Costa da Morte. Desde allí salen pesqueros que utilizarán las redes recién reparadas. El trabajo se ha multiplicado y ahora ya no son solo los pesqueros españoles sino los de otros países los que demandan este servicio.
Desde puertos italianos, portugueses, marroquíes, caboverdianos y angoleños se reclama ahora el buen oficio de estas mujeres. "Al final lo conseguimos gracias a algunos clientes que tenemos muy buenos porque nos han apoyado. Han confiado en nosotras y también hemos sabido responderles" nos comenta María Jesús.
El resultado es que de estar casi olvidadas, han pasado a acumular trabajo y ellas se han convertido en un eslabón prioritario de la economía pesquera del país.