LA SUPERPRODUCCIÓN
Tres millones de lechugas están cultivándose en Yecla, en Murcia. Los agricultores se niegan a recogerlas porque dicen que no son rentables. No es el único producto que acaba así, por los suelos.
El mapa de los productos que han acabado en la basura recientemente se completa con las naranjas y mandarinas de Valencia, los Pepinos de Almería y las patatas de Sevilla.
Llegamos a uno de los campo y encontramos miles de lechugas. En esta época del años ya deberían estar recolectándolas pero este año no lo harán. El motivo es la caída de los precios.
Hay más oferta que demanda y las empresas no son capaces de colocarlas en el mercado. La consecuencia: 35 hectáreas. y 3 millones de lechugas abandonadas.
Ahora tendrán un nuevo destino, algunas se pudrirán, otras se aprovecharán como abono y otras servirán de pasto para el ganado. En los supermercados de la zona se venden lechugas que traen desde otros pueblos.