Pisos turísticos
La ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, se reunirá el próximo mes con las autonomías para poner límites a los pisos turísticos. Según el INE, el año pasado estos aumentaron en un 9,2%.
España fue en el año 2023 el segundo país de la Unión Europea con más viviendas turísticas. Desde el ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, liderado por Isabel Rodríguez, se está hablando en los últimos días de poner una solución real a su expansión, pues en varias ciudades como Barcelona hay quienes advierten de que este tipo de vivienda está aumentado sin que haya un control legal. Por ello, conviene aclarar de dónde viene la preocupación por el alquiler turístico cuando su impacto en la economía tiene también efectos positivos.
Según José García Montalvo, catedrático de Economía de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, este tipo de viviendas tiene dos vertientes. En el lado positivo se encuentra el atractivo que supone para los millones de turistas que vienen a nuestro país durante todo el año. Los datos de Eurostat confirman que 3 de las 5 regiones europeas donde los turistas más recurrieron a esta fórmula durante la época estival fueron españolas. El experto señala así que "correlacionado con ese efecto del aumento del turismo viene la necesidad de proveer plazas turísticas". Su impacto es en consecuencia "inducido", es decir, atrae a miles de personas que van a consumir y van a generar un beneficio económico en las ciudades.
El inconveniente principal se encuentra en la oferta de la vivienda en alquiler en general. García Montalvo aclara que el parque de vivienda "es insuficiente" para los residentes. Miles de españoles buscan mejorar su poder adquisitivo trasladándose a las grandes urbes pero se encuentran de repente con un precio desorbitado si desean vivir de alquiler allí. De esta forma, el auge de los pisos turísticos "reduce la oferta" y "complica aún más" el acceso de los residentes al alquiler. Digamos que tensiona más el mercado inmobiliario, de ahí su necesidad de regularlo.
Aún así, el economista señala que el alquiler turístico representa una "pequeña proporción" del total de viviendas que hay en nuestro país. Los datos del Instituto Nacional de Estadística confirman que los pisos turísticos suponen el 1,28% del parque inmobiliario, lo que se traduce en 340.000 viviendas repartidas por el territorio nacional. El mismo organismo revela que estos han aumentado en un 9,2% durante el último año.
Otro efecto adverso está en que la vivienda turística sustituye de alguna forma las plazas ofertadas por los hoteles, ya que se promocionan a un precio más bajo. Según García Montalvo, "el sector hotelero no podría reaccionar con suficiente velocidad" y por lo tanto los precios para hospedarse en estos alojamientos aumenta.
El catedrático de Economía subraya que es "necesario" un control sobre los pisos turísticos ya que deben estar "regulados" al igual que el resto de construcciones. Revisar si pagan los impuestos que les corresponden debe ser, según José García Montalvo, fundamental para que exista una "competencia leal" entre las habitaciones de hotel y los apartamentos turísticos. "Es algo lógico que se obligue a tributar a estos pisos", valora.
Una cosa diferente es que la regulación deba "imponer una cantidad máxima fija" o "si debe intentar controlar cuántas viviendas turísticas" deben ofertarse en el mercado. Los límites se pueden hacer con moratorias -suspensión de su actividad hasta que lo declare una ley- y estableciendo unas condiciones mediante las que se establezcan unos requisitos para conceder licencias turísticas.
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