Precio de la luz
La composición de la factura de la luz parece muy compleja así como la forma de decidir los precios de la energía. Estas son las claves para entender por qué se han disparado los precios y qué puede ocurrir en el futuro.
Cada día se subastan energías de varias fuentes, como solar, eólica e hidráulica, pero también de centrales de gas que completan la falta de sol, viento o agua, una energía más cara que marca el precio final del resto de energías.
Pero, mientras tanto, nuestra luz dependerá del gas, que en septiembre del año pasado se situaba en 9,70 euros/MKh mientras que este año se ha disparado a 54,32 euros/MWh en septiembre, lo que quiere decir que ha quintuplicado su precio en el último año.
Además, tiene que pagar un extra por emitir CO2, lo que se conoce como 'derechos de emisión', siendo en septiembre del año pasado de 27,81 euros y doblándose en el mismo mes pero este año a los 61,55 euros. Así, este es un precio que se utiliza para fomentar la transición energética hacia las renovables.
España compra gas a 11 países. La mitad viene de Argelia, pero también una gran parte de Rusia, el gran suministrador de Europa. Este país genera precios sustancialmente más altos y el resto de proveedores de gas, por tanto, también suben sus precios.
La factura de la luz en el futuro
Así, todo apunta a que seguirá subiendo, al menos los del gas, aunque no necesariamente los de la luz. Esto es así porque el precio de generación de la energía es únicamente una parte del recibo final. Por tanto, el desembolso que tendrán que hacer los consumidores dependerá de si se toman otras medidas, como la bajada de impuestos, la reducción de cargos o la modificación del mercado mayorista.