GUERRA ENTRE EE UU. Y CHINA
La guerra comercial y financiera entre China y Estados Unidos está teniendo ya sus primeros efectos económicos. Wall Street abría este lunes con su mayor caída del año después de que China dejara caer ayer su moneda. El selectivo S&P 500 retrocedió un 2,98% u 87,31 puntos, situándose en los 2.844,74, mientras que el índice Nasdaq, que refleja la evolución de la industria tecnológica, cayó hasta un 3,47% o 278,03 puntos, hasta los 7,726. El sector tecnológico fue el más perjudicado de lo jornada, con un descenso del 4,07 %, seguido por el financiero (-3,25 %), el energético (-2,97 %), el de las comunicaciones (-2,91 %) y el industrial (-2,77 %). Fuerte dependencia del sector tecnológico.
El terremoto bursátil se ha hecho notar en el resto del mercado mundial ante el creciente miedo de una guerra de divisas. Londres, París y Madrid sufrían este lunes caídas severas como consecuencia de la guerra entre las dos grandes potencias. El Ibex 35 es la que este martes, después de una leve recuperación a nivel europeo, muestra mayor debilidad y sigue sin sobrepasar la barrera de los 8.800 puntos.
Las bolsas asiáticas también se han resentido como consecuencia de la depreciación del yuan. El Nikkei 225, el mercado bursátil japonés, cerró este martes con un descenso del 0,65%, tras abrir con una caída del 3%. Por otro lado, las monedas de mercados emergentes sufrían el lunes su mayor caída en más de tres años para tocar mínimos de 2019, en el momento en que la escalada en las tensiones comerciales entre Washington y Pekín golpeaba a los mercados financieros. Por otra parte, el Hang Seng de Hong Kong despedía la jornada con pérdidas del 0,67%.
El Banco Popular de China (PBOC) declaró este martes que la decisión de Washigton de aumentar las tensiones monetarias “impediría una recuperación económica y comercial a nivel global”.
Los datos señalan a una pérdida de la estabilidad del comercio internacional: al devaluar su moneda, los productos chinos se abaratan y, por tanto, exportan más, lo que acota la cuota del mercado del resto de países. A medio y largo plazo, la consecuencia más directa podría un desincentivo para dedicarse al comercio internacional.
“El único beneficiario es China, es quien tiene la sartén por el mango”, advierte Alberto Blanco, profesor del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB). Además, vaticina que la guerra comercial entre ambos países “afecta al conjunto de exportadores” y que “la economía global se resentirá”.
La tensión entre Estados Unidos y China no parece que vaya a resolverse a corto plazo mientras no se espera ninguna reunión entre ambos líderes para calmar la situación. Hoy Estados Unidos ha incluido a China en la lista oficial de manipuladores de divisas. "Etiquetar oficialmente a China como manipulador de divisas le da a Estados Unidos una razón legítima para tomar más medidas", dijo Norihiro Fujito, estratega senior de inversiones de Mitsubishi UFJMorgan Stanley Securities.
Uno de los mayores temores, señalan los expertos, es que Estados Unidos “no sólo imponga un 10% adicional de aranceles sobre las importaciones chinas, sino que la cifra se eleve al 25%.
Pequeña estabilización después de la intervención del Banco Popular de China
Aunque las relaciones entre China y Estados Unidos se encuentran actualmente estancadas y parece que todavía se avista tormenta, este martes los mercados mundiales han podido tomar un pequeño respiro. El banco central de china ha intentado frenar la devaluación del yuan provocando que los mercados asiáticos cerraran con pérdidas más moderadas respecto a los niveles de apertura. Aunque el yuan cae un 0,3% frente al dólar, sigue superando la barrera psicológica de cambio de un dólar por más de siete yuanes.
Pese a este gesto, ni Estados Unidos ni China han retrocedido de sus posiciones. Estados Unidos no ha retirado la subida arancelaria del 10% anunciada el pasado jueves y que entrará en vigor a partir del 1 de septiembre y afectará a productos chinos valorados en 300.000 millones de dólares. Por su parte, el gigante asiático se ha opuesto “firmemente” a la decisión del Departamento del Tesoro de EE UU de clasificar a China como “manipulador de divisas”.