Galicia
Desde el sector manifiestan su preocupación por la alta mortandad de los moluscos debido a la meteorología cambiante y el ascenso de la temperatura del agua.
“Antes sacábamos 3 kilos de esta almeja en menos de una hora, y mira, llevo toda la mañana para hacerme con ese cupo”, nos cuenta una mariscadora de la ría de Muros. Se encarga de pesar el lote Adela, presidenta de las mariscadoras de la zona, quien confirma las palabras de su compañera y arroja algunas causas para la escasez de marisco. “Hay una mortandad tremenda y se debe, sobre todo, al cambio climático. A veces venimos a mariscar de madrugada y el agua está templada”, explica.
Una situación que se repite en otras rías de Galicia. Nos desplazamos hasta Carril. Allí hoy toca día de limpieza. “Al menos dos veces a la semana tenemos que dedicar la mañana a quitar las algas que hay en la arena. Hay una barbaridad”, dice Pili. Lo cierto es que la playa está hoy teñida de verde y es esta vegetación la que ahoga al marisco que se asoma a la superficie a beber. "Eres tú contra la naturaleza, hoy limpias y mañana está otra vez lleno", afirman.
Las pérdidas del año 2021 en el sector ascendieron a los diez millones de euros y se prevé que este 2022 la cantidad siga aumentando. Mientras hace cinco años se cogían diez kilos de almeja en una mañana, hoy no se alcanzan los tres. Las riadas, las altas temperaturas, el calentamiento del agua y las plagas de algas están detrás de este desastre.
Amenaza al mejillón del Delta del Ebro
En la Bahía del Fangar cuentan con un 20% menos de mejillones. "Faltaban por recoger 150.000 kilos, afortunadamente el resto ya había salido afortunadamente", indican. Solo con la compra de la cría calculan que han perdido ya un millón de euros como mínimo.