Subida de precios
El PIB de España creció en el segundo trimestre un 2,2% interanual, es el crecimiento más débil de los últimos dos años. Además entre abril y junio, bajan las exportaciones y sube el consumo de los hogares.
El precio de los combustibles se ha incrementado a lo largo de todo el verano y ahora ha llegado a máximos de este año. Y ya van once semanas consecutivas de subida. Comenzaron las vacaciones y, desde entonces, ha sido un no parar. El 1 de julio el litro de diésel costaba 1,44 euros; hoy, 1,68. Una subida de 22 céntimos. Mientras la gasolina, en ese periodo, se ha encarecido 17 céntimos, alrededor del 11%.
Y lo peor es lo que se avecina: "Hasta que los países productores no decidan aumentar la producción, vamos a seguir viendo subida de precios", asegura Juan Santos, propietario de una estación de servicios.
Según Santos, a mediados de octubre, posiblemente durante el puente de El Pilar, llegará a los dos euros el litro. Asegura que el Gobierno puede poner sobre la mesa dos soluciones para bajar los precios de los carburantes. Una es la vía fiscal, evitando la doble imposición del IVA sobre los impuestos especiales y bajando el IVA al 10%. Y otra es lo que pide la Confederación Española de Transportistas de Mercancías (CETM) al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana: quiere que actúe ante la subida "desproporcionada" de los precios de los combustibles y amplíe la bonificación de los carburantes, recuperando la cantidad inicial de 20 céntimos por litro consumido.
La inflación se aceleró en agosto hasta el 2,6% interanual, tres décimas más que en julio, impulsada por el encarecimiento de los carburantes en un mes en que el precio de los alimentos moderó tres décimas su subida, hasta el 10,5 %. En agosto, la subida del precio de los alimentos y bebidas no alcohólicas se moderó gracias a la estabilidad de la leche, el queso y los huevos, así como al abaratamiento de la fruta y el menor encarecimiento de la carne, aunque la tasa se mantiene por encima del 10 %, un umbral del que no ha bajado desde marzo de 2022, según el Instituto Nacional de Estadística.
Y parece que esa subida de precios seguirá golpeando a los bolsillos. De hecho, los indicadores que maneja el Banco de España auguran que la inflación se acelerará el año que viene. La inflación va a despegar hasta el 3,6 por ciento, pero se va a disparar hasta el 4,3 por ciento en 2024 impulsada por la subida imparable del precio de los carburantes y por el encarecimiento generalizado de la energía.
El euríbor sigue su escalada y bate un nuevo récord. El índice de referencia para las hipotecas variables anota máximos desde el año 2008 y se sitúa en el 4,224%. Después de la bajada en agosto, tras más de año y medio de alza, vuelve a dificultar la compra de la vivienda.
Sacamos la calculadora y una hipoteca de 180.000 euros a 25 años con revisión anual pagará 182,17 euros más cada mes. De ahí que muchos expertos aseguren que es mejor esperar a 2024 para comprar una vivienda, momento en el que bajarán los precios.