Conflicto Rusia-Ucrania
Las tensiones entre Rusia y Ucrania y el temor a un conflicto armado pueden disparar el precio del petróleo. JPMorgan ha advertido de que podría incrementarse un 76 por ciento. La consecuencia es que los carburantes podrían batir nuevos récords.
El precio del barril de Brent roza hoy los 87 dólares, pero si las tensiones entre Ucrania y Rusia llegan al límite podría alcanzar los 150 dólares por barril. Son predicciones de JPMorgan. También Goldman Sachs vaticina un encarecimiento, menos catastrofista, y calcula que podría llegar a los cien dólares.
Esta crisis geopolítica "aumenta el riesgo de un aumento significativo del precio del crudo", según este banco de inversión. "Esto llega después de una ya elevada inflación y una economía global que está siendo golpeada por una pandemia, que se suma a la fragilidad a corto plazo de lo que sería, de otra forma, una recuperación fundamentalmente sólida", añade JPMorgan.
Sube el petróleo, sube la gasolina
El precio de los carburantes podría marcar nuevos máximos históricos, si el Brent cotiza al alza. En los últimos doce meses, han subido un 25 por ciento.
La inflación podría desbocarse
Si estas predicciones se cumplen, los analistas advierten de una inflación a nivel mundial que podría pasar del 3 por ciento hasta el 7,2 en el primer semestre de este año. Es una reacción en cadena. Porque la subida de precios no solo afectaría al petróleo, sino también a los alimentos, aceite o electricidad.
En España, los precios se dispararon un 6,5 por ciento en diciembre y cerró 2021 con una subida del 3,1 por ciento, un dato que no se registraba en casi 30 años
Gas
Preocupa el precio de gas, que se ha disparado cerca de un 20 por ciento en una semana. Preocupa porque el gas de Rusia, el país con la mayor reserva de gas de todo el mundo, representa más de un tercio de las importaciones de gas de la Unión Europea.
Según Eurostat, España se encuentra entre los diez países que más gas importan, pero no lo trae de Rusia, sino que lo recoge de Argelia y en menor cantidad de Noruega.
El gobierno insiste: España no tendrá problemas de suministro, aunque reconoce su preocupación ante un futuro conflicto que podría impactar en el precio de la energía.