Precios
La cadena de intermediarios aumenta el precio y los pescadores son los que menos margen de beneficio tienen. El precio final aumenta hasta 9 euros.
"Nosotros llegamos a puerto y lo ponemos en venta. Los cuatro o cinco intermediarios hasta que llega al consumidor incrementa de precio. Al final, los que menos ganamos somos los pescadores". Es la queja de un pescador de anchoa. Y es que desde que se recoge en alta mar hasta que llega al consumidor son 9 euros de diferencia.
Es el caso de Antonio Badiola, patrón de barco y pescador de anchoa. Revisa que estén bien colocados los garruchos de su barco con el objetivo de que no se mezclen entre sí. A principios de marzo comenzó la campaña de la anchoa y, desde entonces, las capturas no están siendo abundantes.
"La campaña está siendo todavía un poco floja, pero todavía estamos en marzo, las aguas están frías porque estamos en invierno", explica.
Los precios están disparatados
Sin embargo, en los comercios las anchoas se compran por hasta 10 euros, mientras que a los pescadores en la lonja solo les pagan entre 1 euro y 1,5 euros. "Las cajas suben, el gasoil sube, pero nosotros no podemos decir cuando llegamos a la venta que nos paguen a tanto", manifiesta.
La cadena de intermediarios aumenta el precio y los pescadores son los que menos margen de beneficio tienen a pesar de que ellos ponen los medios y el esfuerzo. "Solamente poner el barco en marcha supone combustible, seguro social de 16 hombres que vamos en el barco, trabajo de noche y día y hielos", explica.
Los consumidores tampoco lo ven bien. "Los precios están disparatados", dice un consumidor. "No me parece justo. Gana la persona que la toca una llegada a tierra mucho más dinero que el señor que va al mar a pescarlas", se queja otro.