Guerra ruso-ucraniana
Los gobiernos europeos temen que el malestar social aumente en otoño por el incremento de los precios acelerado por la guerra entre Rusia y Ucrania.
Lo vivido este fin de semana en Praga es una muestra del descontento que empieza a aflorar en Europa. Decenas de miles de personas han exigido la dimisión del Ejecutivo, enojadas con la inflacióny la escalada de precios que parece no tener fin.
Con un discurso antieuropeísta, los líderes de la extrema derecha checa han reclamado al Gobierno que se centre en la política nacional al grito de "esa guerra no es la nuestra", en referencia a la invasión rusa de Ucrania de 2022 y sus consecuencias mundiales. "Para lograr la paz hay que dejar de enviar armas a un conflicto que no nos concierne", ha clamado la líder de una de estas formaciones, como se puede ver en el vídeo de la parte superior.
Medidas en las economías europeas
Con el fin de evitar que los partidos más radicales saquen provecho de contexto y de paliar las consecuencias del cierre del grifo del gas ruso, distintos gobiernos han aprobado importantes ayudas.
El último ejemplo es el de Alemania, que este domingo ha anunciado un paquete de 65.000 millones de euros, que sumarían un total de 95.000 millones si se añaden los dos primeros. El objetivo de estos subsidios son principalmente pensionistas, jóvenes, familias con hijos y personas sin recursos. Además, los impuestos del gas se reducirán del 19 al 7% y se bajará el precio del transporte público.
Francia, por su parte, ha puesto un tope a las facturas de gas y de electricidad para que no aumenten más de un 4%, lo que suponen 20.000 millones de euros a sus arcas públicas.
Italia, también país vecino de Alemania, ha destinado 14.000 millones en ayudas directas de hasta 200 euros y prepara un nuevo decreto para los próximos días, que podría suponer un gasto adicional de 20.000 millones.