En Suecia es común escuchar la frase "no aceptamos efectivo"
La aparición de las nuevas tecnologías y su aplicación como métodos de pago dan la impresión de que el dinero en efectivo se extinguirá en un futuro no tan lejano. Sin embargo, en la mayoría de los países europeos, el cash sigue siendo casi tan imprescindible como cuando no existían tarjetas de crédito o métodos de pago con el móvil.
Los españoles son adictos al dinero en efectivo, como afirman desde el comparador financiero HelpMyCash.com. Según datos aportados por el BCE, el 87% de los pagos que se efectúan en España se hacen en efectivo. En los países del sur de Europa, el hábito de pagar en efectivo es aún más común. En Malta, por ejemplo, el 95% de las transacciones se realizan en efectivo y en Grecia y Chipre, el 88%.
A nivel europeo la media también es bastante elevada. En concreto, en 2016 un 79% de los pagos de la zona euro se hicieron con billetes y monedas, mientras que solo el 18% se abonaron con tarjeta de crédito o débito. El efectivo sigue siendo el medio favorito para compras de importes menores, mientras que se utiliza la tarjeta cuando la parte a abonar es superior a los 40 euros.
Mientras en España lo más común es escuchar frases como "aquí no aceptamos tarjeta", en otros países sucede todo lo contrario. En Suecia, muchas tiendas, museos y restaurantes han colgado el letrero de “no aceptamos efectivo” y solo se pueden efectuar pagos con el móvil o con la tarjeta.
De hecho, casi cuatro de cada 10 suecos nunca utilizan el efectivo o solo lo hacen una o dos veces al año. Y los que lo han empleado una vez al año solo representan el 25%, según los datos que se desprenden de una encuesta lanzada por Insight Intelligence en 2017.
¿Qué problemas está generando esta situación? ¿Estamos preparados para el cambio?
La imposibilidad de pagar en efectivo en muchos sitios de Suecia ha comportado algunos problemas para los ciudadanos, sobretodo para un colectivo en concreto: la gente mayor. Los mayores suelen estar acostumbrados a abonar sus compras de esta forma y, en muchas ocasiones, ni disponen de tarjetas ni mucho menos de nuevas tecnologías para efectuar pagos. Esta realidad se ha complicado aún más porque muchos bancos han dejado de dar billetes o han puesto trabas para que sus clientes puedan conseguirlos.
Además, que un país adopte como medio de pago principal el electrónico, sin tener a toda la sociedad preparada, puede ser peligroso. Así lo afirmó Mats Dilen, jefe de la revisión parlamentaria de Suecia: “Si la desaparición del efectivo ocurre demasiado rápido, puede ser difícil mantener la infraestructura de pagos”.
Una solución que quiere llevar a cabo el gobierno del país es crear una criptomoneda, llamada e-korona, que se convierta en un complemento pero que no lo reemplace. Además, quiere forzar a que todos los bancos vuelvan a dar efectivo.