La importancia de las emociones al comprar
No elegimos un detergente por casualidad, ni una crema, ni un zumo. Tardamos seis segundos en decidir si lo echamos al carro, o no. En ese momento, entran muchos factores en juego, pero al final son las emociones que nos transmite un producto las que hacen que nos decantemos por él.
Existen salas de catas donde las marcas llevan a clientes para que prueben, huelan o vean o un producto. Dependiendo de reacción, miden si tendrá éxito o no.
Según los estudios, el verde nos relaja, el amarillo nos anima y el azul calma, aunque a veces es precisamente por el color que ni siquiera probamos un producto.