Pequeño negocio
La asociación de comerciantes del centro de Valencia reúne decenas de propuestas para que los candidatos a la alcaldía solucionen sus problemas.
El pequeño comercio todavía no ha remontado al cien por ciento y es uno de los sectores que está sufriendo especialmente el factor de la inflación. Por eso, 400 negocios de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico de Valencia y barrio del Eixample han elaborado un dossier condecenas de propuestas que presentarán a los candidatos a la alcaldía de la ciudad para que las lleven a cabo.
Borja Ávila, presidente de la Asociación, nos explica que los comerciantes están a pie de calle y son los primeros que detectan los problemas reales de las ciudades. "Nuestro deseo es que incluyan nuestras peticiones en sus programas electorales", dice.
Entrevistamos a tres de estos comerciantes para conocer sus propuestas. El primero es Alfredo González, gerente de Lencería Alberola, un negocio que cumple este año un siglo abierto al público. "Los repartidores no quieren traernos la mercancía porque se quedan constantemente atascados y luego no encuentran zonas de carga y descarga. El género tarda en llegar a la tienda que tenemos en el centro 48 horas más que en el resto de locales", asegura González.
La petición de este comerciante es que una zona de contenedores junto a su tienda del Mercat Central se convierta en zona de carga y descarga por el día y zona de basura selectiva por la noche.
Como Alfredo, también Ramiro se queja de la falta de limpieza del centro histórico y de modernización de vías comerciales como la Avenida del Oeste, donde tiene su administración de loterías. Basta con salir a la puerta de La Purísima para comprobar que la suerte ha querido que cada baldosa de la acera sea de un color.
"Esta vía comercial está dejada. Está llena de parches, con aceras sin bordillos y lleno de meadas. Ésta no es la mejor carta de presentación para que vengan clientes", según Ramiro Gómez.
Las peticiones concretas
Entre las peticiones del dossier también encontramos incentivar el relevo generacional de los negocios, reducir el IBI a las PYMES con más de 75 años o incrementar la vigilancia policial.
Esto último es lo que reclama Marga Cifuentes. Tiene una tienda de ropa en calle Serranos, 38 y constantemente se ve obligada a pintar las persianas para borrar las huellas del vandalismo. "Constantemente estamos pintando porque cada dos por tres nos pinta la tienda con sprais. Es necesario que haya más vigilancia por las noche, que se sanciones estas actitudes. También pido que el Ayuntamiento se haga cargo de la pintura porque nosotros ya no podemos asumirla", explica Marga.
Pintan una y otra vez las persianas para embellecer la ciudad y desde hace meses, asegura, los comerciantes de Ciutat Vella están desesperados ante los constantes actos vandálicos.
La asociación de comerciantes ya tiene cita con todos los partidos políticos que se presentan a la alcaldía de Valencia y confían en que sus necesidades se hagan realidad.