SEGÚN EL EUROBARÓMETRO DE OTOÑO
Para el conjunto de los ciudadanos europeos, sube la preocupación por la inmigración y baja la del paro, ya que, frente a las tasas del 23% y el 42% registradas, respectivamente, en primavera, éstas se igualan ahora en el 36%.
En España, el paro es de lejos el primer problema nacional, para un 69% de los encuestados, mientras que la inmigración es la quinta preocupación (9%), por detrás de la situación económica (29%), el sistema de sanidad y la seguridad social (12%) y las subidas de precios (10%).
En cuanto al terrorismo, está en la sexta posición como problema nacional para el conjunto de los europeos y en cambio la segunda a nivel de la Unión europea (UE), solo por detrás de la inmigración, que es el primer problema al que se enfrentan los Veintiocho en su conjunto, para un 58% de sus ciudadanos.
Los españoles también están preocupados por la economía, la seguridad social y los precios
La inmigración está considerada el primer problema en la UE en todos los Estados miembros excepto en Portugal, donde lo que más preocupa a los ciudadanos es la situación financiera de los países.
España y Portugal tienen las tasas más bajas de preocupación por la inmigración a nivel europeo (39% y 31% de los ciudadanos, respectivamente), mientras las más altas están en Estonia (79%) y República Checa, Dinamarca y Alemania (76% en los tres casos).
En este sentido, más de dos tercios de los europeos se declaran favorables a "una política europea común en materia de inmigración" (68 %), mientras que uno de cada cuatro estaría en contra de la misma.
El apoyo más fuerte a esta política se da en Holanda (83%), Alemania (82%), España (81%) y Luxemburgo (80%). El paro se sitúa como el cuarto problema europeo, con una tasa del 17%, aunque para los españoles es el segundo (25%), como también lo es para Chipre (43 %) y Luxemburgo (32%).
Sin embargo, para el conjunto de los europeos el segundo problema más importante al que se enfrenta la UE es el terrorismo (25%) y el tercero es la situación económica (21%). Por detrás de estas cuatro preocupaciones principales están la inseguridad, la inflación, el cambio climático, la influencia de la UE en el mundo, los impuestos, las pensiones y la energía.