Entre las propuestas del Ejecutivo que preside el primer ministro, François Fillon, está también la de prolongar en tres meses los 41 años de cotización necesarios para reunir los derechos necesarios para cobrar la pensión máxima de jubilación.
Esta medida afectaría desde 2013 a los trabajadores nacidos en 1953 y 1954, según precisó el ministro de Trabajo, Eric Woerth. Esta reforma de las jubilaciones permitirá que las cuentas públicas francesas retornen al equilibrio en 2018, según las proyecciones del Gobierno.