Europa amenazó con cortarle el grifo y Grecia no ha tardado ni un día en reaccionar: El primer ministro heleno Yorgos Papandréu ha asegurado que aparca el referéndum sobre el rescate europeo. Pero está en el tejado de la oposición: porque la condición para no convocar ese referéndum es crear un gobierno de unida nacional que apruebe las medidas exigidas por Europa.
La oposición, sin embargo, lo que ha pedido es la dimisión de Papandréu y la convocatoria urgente de elecciones para el 4 de diciembre, la fecha prevista para el referendum. "Papandréu anunció la convocatoria del referéndum y nosostros le dijimos que era muy peligrosos para el país. La única manera de salir de esto es con unas elecciones anticipadas", afirma Antonis Samaras, líder de la oposición.
Aunque puede que la solución llegue hoy ya que Papandreu se somete a una moción de confianza que decidirá si sigue en su puesto o no. En la calle, de nuevo protestas de los ciudadanos que no aceptan las duras medidas impuetas por Europa.
En cualquier caso, la crisis política griega le está poniendo la zancadilla a la recuperación económica y ambas se han colado en la cumbre del G20. El presidente francés estaba satisfecho con el cambio griego. La canciller alemana, más cauta, ha pedido más claridad a Grecia. "Para nosotros lo que cuentan son los hechos. No está del todo claro cómo va a suceder", ha dicho Angela Merkel. Desde España, Elena Salgado ha valorado la reacción griega: "Ahora todo lo que sea reducir incertidumbres nos parece que va a contribuir a una mejor estabilidad".
Hoy continua la cumbre que quiere cerrar acuerdos para el crecimiento económico mundial, aunque seguro que Grecia vuelve a ser protagonista.