LA EUROZONA ESTARÍA CONTEMPLANDO UN PLAN B
El Parlamento griego inició este lunes el debate del plan de ajuste y privatizaciones propuestos por el Gobierno bajo presión del FMI y la UE, que también quiere sumar a los bancos privados al plan de rescate a Grecia, al borde de la bancarrota. El primer ministro griego, Georgios Papandréu, ha llamado este lunes a todos los partidos del Parlamento a secundar el impopular plan de austeridad alegando que es "la única oportunidad" de que Grecia recupere la senda perdida.
"Nuestro voto es la única oportunidad de que el país vuelva a levantarse", ha explicado Papandréu durante la primera jornada de debate parlamentario sobre las nuevas medidas de ajuste acordadas con la Unión Europa (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), de cuya aprobación depende que Grecia reciba el siguiente tramo de la ayuda y un nuevo rescate.
El jefe del Ejecutivo griego ha explicado que respaldar las reformas que defiende su Gobierno es el modo de poner fin a la incertidumbre que se cierne sobre el país. El proyecto prevé 28.600 millones de euros de ahorro entre 2012 y 2015 y un plan de privatizaciones de 50.000 millones de euros, que deberán ser utilizados para reducir la deuda.
Los sindicatos, contrarios a este plan, han decretado una huelga general de 48 horas que perturbará el suministro eléctrico, los transportes, en particular el aéreo y el marítimo, y los servicios públicos. Papandréu, que trata de doblarle el brazo a los reticentes dentro de su grupo, cuenta con una mayoría de cinco votos en el Parlamento, aunque el jefe de la extrema derecha, Spyros Karatzaferis, reclamó que fuera aprobado por una mayoría reforzada de "al menos 180 votos" de los 300 del Parlamento.
En juego está la entrega de un nuevo paquete de ayuda que podría alcanzar los 110.000 millones de euros, similar al concedido hace un año a Atenas para evitar la bancarrota. El ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, instó a los diputados a que "den muestras de seriedad y unidad (...) para que las arcas del Estado no se encuentren vacías a principios de julio". Las necesidades de financiación de Grecia están cubiertas solo hasta mediados del próximo mes.
La Eurozona, que había amenazado con dejar a su suerte al país heleno, estaría contemplando un Plan B en caso de que el Parlamento no apruebe el plan de austeridad, según fuentes oficiosas. La diputada socialista Elsa Panariti declaró este lunes que "sin duda" el proyecto será aprobado, pero para ella, "el problema no es ése".
"Debemos parar de pensar a corto plazo ya que nos hemos comprometido en un maratón en el que el problema es el euro, su falta de credibilidad que comienza a afectar también a Francia, Italia y Alemania", dijo. El presidente francés, Nicolás Sarkozy, anunció este lunes que el Gobierno y los bancos franceses han ideado un nuevo plan para ayudar a Grecia, que fue saludado por Alemania, y "espera" que sea adoptado por la Unión Europea.
Según este plan, los bancos y seguros franceses prestamistas de Grecia volverán a invertir, sobre una base voluntaria, el 70% de las sumas que les devuelva Atenas cuando venzan los títulos. De este 70%, el 50% debe ser destinado a nuevos títulos griegos a 30 años, y el 20% debe ser invertido en una especie de garantía que asegure esta nueva deuda griega.
El principal 'lobby' mundial de bancos se reunió este lunes en Roma con responsables gubernamentales europeos para "intercambiar puntos de vista a nivel técnico" y analizar el plan francés, aunque no adoptaron ninguna decisión. Las autoridades de los países de la zona euro empezaron a negociar el pasado miércoles con los que tienen deuda griega, principalmente bancos y aseguradoras, para que participen voluntariamente en el nuevo plan de ayuda al Estado griego.
Se trata sobre todo de evitar que la fórmula adoptada sea interpretada por las agencias de calificación como un impago de la deuda, lo que podría producir una reacción en cadena y amenazar al sistema financiero mundial. En Alemania, tras las alarmistas declaraciones del fin de semana sobre las posibilidades de éxito del plan griego, el secretario de Estado de Finanzas, Jörg Asmussen, redujo la presión este lunes al asegurar que Berlín es favorable a adoptar el plan.
"Creemos que el 3 de julio se podrá decidir la ayuda a Grecia", dijo con motivo de una reunión del Eurogrupo, que debería dar luz verde a la entrega del quinto tramo de 12.000 millones de euros del crédito otorgado hace un año.