La pandemia impulsa el turismo nacional en verano

Los españoles hemos decidido hacer de tripas corazón para salvar nuestro particular verano. La incertidumbre generada por el avance del coronavirus en todo el mundo impulsada por su variante Delta ha sido el detonante para que muchos cambien de opinión. Esta vez, el plan ideal es embarcarse en un avión hasta un destino internacional, sino ponerse al volante para ir a la playa más cercana.

Al menos, así lo refleja el último estudio del Centro de Estudios Sociológicos (CIS) realizado entre el 2 y el 15 de julio, que señala que casi 9 de cada 10 españoles tiene decidido no salir de nuestras fronteras durante las vacaciones estivales. Solo el 8,8% se plantea viajar al extranjero. Esta radiografía a nuestros usos y costumbres más inmediatas la completan dos datos más: elegiremos localidades playeras y el coche como medio de transporte.

Balón de oxígeno para el sector turístico

Todo un balón de oxígeno para un sector turístico que veía cómo los nuevos brotes y la inclusión de nuestro país en la lista de destinos de riesgo ponía en jaque la penúltima tabla de salvación a las cuentas de 2021.

Pese a todo, todo apunta a que este verano será mejor que el de hace un año, aunque todavía lejos de la época prepandemia. La temporada comenzó con 440.000 nuevos contratos, fundamentalmente en hostelería, y la tasa de ocupación en lugares costeros parece corroborar que, a pesar de todo, no será tan malo. En la localidad valenciana de Cullera, por ejemplo, ya hay un 89% de ocupación de los apartamentos turísticos para agosto y otras poblaciones mediterráneas ofrecen una fotografía similar.

Pero no todo va a ser costa. Ya lo dice el CIS. El 25% optará por la tranquilidad del pueblo para pasar una vacaciones familiares y, quizás también, volver a recordar aquellos tiempos donde, para elegir el turismo de cercanía no hacía falta ninguna pandemia.