Cantabria
Este insecto, enormemente voraz, está arrasando campos de cultivo y prados de la costa oriental.
Una autentica invasión de las conocidas como orugas soldado trae de cabeza a los agricultores y ganaderos de Cantabria. Las altas temperaturas que todavía estamos soportando este mes de Octubre están propiciando la proliferación de este insecto.
Los entomólogos señalan que estaríamos ante la tercera o cuarta y última generación de este tipo de oruga que completará su metamorfosis a mariposa nocturna en las próximas semanas. El problema para el sector primario de la Comunidad es que esta generación es la más voraz de todas.
Las orugas soldado “desfilan” estos días por los prados de la costa oriental. Su presencia es especialmente evidente entre las localidades de Solares y Guriezo. Arrasan con todo el verde que encuentran a su paso. Lo devoran todo. Prados completos quedan reducidos a malas hierbas ante la desesperación de los ganaderos. Comen gramíneas, flores, hojas de maíz...y dejan enormes calvas en el terreno.
Y lo peor es que poco o nada se puede hacer contra su presencia, dado que los tratamientos con insecticidas o productos fitosanitarios están totalmente prohibidos en las praderas. La única esperanza que les queda a los afectados es que las temperaturas por fin bajen y no lleguen a superar los diez grados por las noches.
Los daños que estas orugas, inofensivas para las personas, provocan en las cosechas pueden llegar a ser irreversibles. Obligan a resembrar, con el importante coste económico que ello supone: de entre 150 y 250 euros la hectárea. Y todo ello en un año que está siendo para los ganaderos especialmente duro por la subida de precios de la paja y el heno, provocado por la escasez de stock.
A esto hay que sumar la detección de algunos casos de enfermedad hemorrágica epizoótica en el ganado de algunas granjas de Cantabria.