UN EMPLEO ENCUBIERTO
Un perfil de Twitter ha denunciado un anuncio de alquiler de una habitación en la que además hay que trabajar.
En el anuncio, que ha desatado la indignación de las redes sociales, los dueños de la vivienda ofrecen una habitación compartida por 180 euros a cambio de cuidar a su niño y hacer labores domésticas.
Los anunciantes indican que el precio se pactaría según la persona y añaden que les gustaría que se tratase de una chica a la que le guste jugar con los niños.
Pero estos no son los únicos caseros que intentan aprovechar la situación de necesidad que se vive en España por la burbuja del alquiler. Cada vez se dan más casos de alquileres con aparentes descuentos para encubrir lo que sería un trabajo de empleado del hogar.
Estos anuncios no son un intercambio de ayuda en las tareas por alojamiento, sino que hay que pagar un alquiler y además trabajar.
Un anuncio similar en Móstoles ofrece una habitación por 180 euros a cambio de que la inquilina lleve y recoja a su hija de la guardería de lunes a viernes y cuidarla los festivos.
Otro anuncio oferta una habitación por 70 euros en el madrileño barrio de Villaverde a cambio de cuidar del perro mientras los dueños trabajan y limpiar el piso.
De esta manera no solo pretenden ahorrarse el sueldo que habría que pagar a un empleado, sino que también quieren cobrar por el alquiler de la habitación.