VIAJAR EN NAVIDAD
Nos subimos al tren para encontrar el mejor destino de estas fechas. ¿Nos acompañan? En nuestro primer destino hace tiempo que está nevando, hay renos y huskies, así que, para llegar, lo mejor será coger el trineo.
La sorpresa nos espera en el Santa Park, entre muchos regalos y algún que otro elfo, el mismísimo Papá Noel nos abre las puertas de su casa. Es Laponia. La propuesta consiste en una semana rodeados de luces y hielo, durmiendo en un hotel que nos dejará boquiabiertos.
La segunda parada es la gran manzana. Cada año, el árbol más famoso del mundo se prepara para recibir millones de vistas. Es el Rockefeller Center, por donde se puede dar un paseo o ir de compras. Nueva York te contagiará su magia.
Continuamos nuestro viaje y llegamos a un entorno natural único en el mundo. Se trata de un lago enb Suiza en el que podemos patinar sobre hielo. Pero qué sería de la Navidad sin sus tradicionales mercados. Estrasburgo, Praga, Viena o Bruselas. Tiovivos, chocolate y una Gran Place teñida de colores para celebrar las fiestas.
Y la playa también puede ser un buen destino navideño. Porque aunque estemos subidos a una tabla, en medio del mar, en Australia también es Navidad.