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El número de viviendas desocupadas en Canarias se incrementa un 52,9% en dos décadas

Una de cada cinco viviendas en todas las islas está vacía.

Un estudio realizado por la tasadora Tinsa reveló que al finalizar el año 2021, Canarias contaba con un total de 211.331 viviendas vacías, lo que representa aproximadamente una de cada cinco viviendas en todas las islas. Esta cifra muestra un incremento del 52,9 % en comparación con la situación registrada hace veinte años, en 2001, cuando solo se contabilizaban 138.221 viviendas desocupadas.

Al analizar la distribución por provincias, se observa que la mayor tasa de viviendas vacías se encuentra en Santa Cruz de Tenerife, con un 26,1 % del total. Esto representa un aumento de tres puntos porcentuales respecto al porcentaje registrado en Las Palmas, que se sitúa en un 23,3 %. En ambas provincias, el número de viviendas desocupadas ha experimentado un crecimiento superior al 50 % en las últimas dos décadas, aunque de manera dispar, dependiendo si se trata de la capital, la costa o el resto del territorio insular.

Situación desigual en España

En el conjunto del país se ha registrado un aumento del 24 % en el número de viviendas vacías en comparación con el año 2001. Sin embargo, en las capitales este fenómeno ha experimentado una reducción del 32 %, llegando incluso al 40 % en las seis principales ciudades: Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza, Sevilla y Málaga. En concreto, estas seis grandes capitales concentran un total de 266.173 viviendas deshabitadas desde el año 2001.

A nivel nacional, se estima que hay un total de 608.640 viviendas vacías en las 52 capitales españolas. Estas viviendas vacías representan aproximadamente el 14,4 % del parque residencial del país. La mitad de ellas se encuentran concentradas en 13 provincias que suelen ubicarse en zonas costeras, mientras que la otra mitad está dispersa por todo el territorio nacional.

El informe destaca varias causas que han contribuido a estos datos. En primer lugar, se menciona la despoblación en el interior y noroeste de la península, donde la falta de demanda ha llevado a un aumento en el número de viviendas vacías. Además, la obsolescencia de la oferta construida ha desempeñado un papel importante en esta situación. Otro factor es la demora en los trámites administrativos para poner estas viviendas en el mercado. Los largos plazos en la tramitación han generado un desajuste entre la oferta y la demanda, lo que ha llevado a tensiones en los precios.

Tinsa señala además que la capacidad para solucionar el problema de acceso a la vivienda en estas áreas es limitada. En muchos casos, estas viviendas presentan condiciones de inhabitabilidad, están involucradas en procesos jurídicos complicados o sus propietarios han decidido mantenerlas fuera del mercado. Estos factores combinados han contribuido a la existencia de un alto número de viviendas vacías en ciertas áreas, lo cual representa un desafío en el mercado inmobiliario y en el acceso a la vivienda para muchas personas.