Letras del Tesoro
El Tesoro celebra mañana la primera subasta de letras de febrero, con hogares como principales tenedores.
El Tesoro Público celebra esta semana la primera subasta de Letras del mes en la que espera captar hasta 5.500 millones de euros con letras de 6 y 12 meses.
La última que se realizó de este tipo fue el pasado 9 de enero, cuando el Tesoro colocó 5.056 millones de euros, elevando la remuneración ofrecida a seis meses, pero recortando la otorgada a doce meses.
El martes se ofertarán Letras a 3 y 9 meses, mientras que el jueves el Tesoro ofrecerá Bonos y Obligaciones del Estado. Las referencias de Letras a 3 y 9 meses son los tipos de interés del 3,538% y 3,492%, respectivamente, que marcó en la última subasta del 16 de enero.
El pasado jueves, en la primera subasta del mes, el Tesoro se hizo con 6.596,6 millones de euros en una subasta en la que ofreció Obligaciones del Estado y en la que el interés escaló en la mayoría de operaciones. El Tesoro se había marcado el objetivo de obtener entre 750 millones y 7.250 millones en esta subasta. La demanda de los inversores se situó en 10.780,94 millones.
Según explica el Ministerio de Economía, estas Letras son valores de renta fija a corto plazo representados exclusivamente mediante anotaciones en cuenta.
Las Letras se emiten mediante subasta y el importe mínimo de cada petición es de 1.000 euros. Además, las peticiones por importe superior han de ser múltiplos de 1.000 euros. Los inversores presentan al Tesoro sus peticiones de compra, y este decide el precio mínimo que acepta recibir.
Los rendimientos que se obtienen por invertir en letras del Tesoro están exentos de retención a cuenta tanto en el IRPF como en el Impuesto sobre Sociedades. Sin embargo, sí que es preciso incluirlos en la declaración anual de dichos impuestos.
Actualmente el Tesoro emite Letras del Tesoro con los siguientes plazos:
La estrategia de financiación del Tesoro de 2024 prevé unas necesidades de financiación nueva de en torno a los 55.000 millones para este ejercicio, lo que supone una reducción 10.000 millones respecto a las de 2023.
Por su parte, la emisión bruta prevista ascenderá a 257.572 millones de euros, un 2% superior a la de 2023 debido al incremento de las amortizaciones, y el grueso se cubrirá mediante la emisión de instrumentos a medio y largo plazo con el objetivo de mantener la vida media de la cartera de deuda pública.
Las Letras del Tesoro, bonos y obligaciones son instrumentos de deuda emitidos por el gobierno o entidades gubernamentales para financiar sus actividades y proyectos. Estos instrumentos son utilizados para captar recursos económicos de los inversores, ofreciendo a cambio un rendimiento mediante el pago de intereses.
Las Letras del Tesoro son títulos de deuda a corto plazo, con vencimientos de menos de un año. Se emiten para cubrir necesidades de financiación a corto plazo, como el pago de obligaciones pendientes o financiar gastos corrientes del gobierno. Son consideradas inversiones de bajo riesgo, ya que cuentan con la garantía del estado y suelen tener una rentabilidad menor que otros instrumentos.
Los bonos, por su parte, son títulos de deuda a medio y largo plazo, con vencimientos que van desde unos pocos años hasta décadas.
Se emiten para financiar proyectos de mayor envergadura, como infraestructuras o programas sociales a largo plazo. Los bonos suelen ofrecer un mayor rendimiento que las letras del Tesoro, ya que el inversor asume un mayor riesgo a cambio de una mayor rentabilidad.
Las obligaciones, también conocidas como bonos del Estado, son títulos de deuda emitidos directamente por el gobierno nacional. Tienen características similares a los bonos, pero su emisión se realiza directamente por el gobierno. Las obligaciones suelen ser a largo plazo y ofrecen un rendimiento competitivo en el mercado. Son considerados instrumentos de deuda seguros, ya que cuentan con la garantía del Estado.
En resumen, las letras del Tesoro, bonos y obligaciones son instrumentos de deuda utilizados por el gobierno para financiar sus actividades. Mientras que las letras del Tesoro son a corto plazo y de menor riesgo, los bonos y obligaciones son a medio y largo plazo, con mayor riesgo y rendimiento.
Estos instrumentos son importantes en el mercado financiero, ya que permiten a los inversores diversificar sus carteras y obtener rendimientos atractivos.