ALGUNOS HAN TENIDO QUE CAMBIAR SU HORARIO
La ola de calor está afectando a los comerciantes, que no reciben compradores hasta bien entrada la tarde.
El consumo no comienza a subir hasta que los termómetros no empiezan a bajar.
Algo que ocurre también en las terrazas. Y es que la ola de calor ha obligado a muchos negocios a cambiar sus horarios.
"Tenemos que cerrar por la tarde porque la gente no se anima a venir y abrimos a las ocho", dice un comerciante.