EN INGLATERRA
Elija, compare, y si le gusta, vótelo. Así podrá entonces comprarlo. Es la filosofía con la que se ha puesto en marcha Made.com. De entrada, una página web que vende muebles. En el fondo, una nueva forma de negocio que despierta el interés de clientes e inversores británicos.
"Lo que hacemos -dice su fundador- es poner un diseño en internet. Los clientes lo puntúan y si recibe votos suficientes, lo fabricamos". Es el caso de esta silla. Su diseñador está encantado con la idea de que el público participe de algún modo en su confección.
Y el resultado final es el más valorado de la página. La compañía elige entonces al proveedor más barato, normalmente en China. Se fabrica el mueble en cuestión y en un mes y medio el cliente lo recibe.
"El cliente gana -dice el empresario- porque ahorra un 70 por ciento". No hay costes de almacenaje, no tienen tiendas y apenas empleados. Pero garantizan calidad. Y hasta se arriesgan. Están vendiendo este futbolín a algo más de 360 euros. Si la selección inglesa gana el mundial se comprometen a devolver el dinero a los clientes.