Aceite de oliva adulterado
La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) denuncia la trampa que realizan algunos envasadores para reducir de forma irregular el precio del aceite de oliva. Una práctica que está prohibida en España, pero que se realiza fuera de nuestras fronteras para intentar esquivar las sanciones.
Corren malos tiempos para el merecido prestigio del que goza el aceite de oliva, elemento esencial de nuestra dieta mediterránea. Al incremento de los costes de producción que han padecido en los últimos años los productos del campo se le añaden las malas cosechas por culpa de la sequía, que han encarecido considerablemente su precio y, ahora, además, las trampas que realizan algunos envasadores, según la denuncia que realiza la Unión de Pequeños Agricultores.
La organización agraria asegura que ciertos operadores de la industria han comenzado a mezclar aceite de girasol con aceite de oliva para abaratar el precio final de venta al consumidor, engañándoles con un producto comercial que se hace pasar por aceite de oliva sin serlo realmente. “El aceite de girasol cuesta unos 3 euros menos por litro que el de oliva. Es evidente por qué esos envasadores están realizando estas prácticas”, señalan desde la UPA.
"Deterioran de forma indigna la imagen y el amparo de un producto de excelencia como es nuestro aceite de oliva"
La UPA, que califica de lamentable esta situación, mantiene que la manipulación se realiza fuera de nuestras fronteras, ya que, en nuestro país, la legislación es más exigente y prohíbe hacerlo. Sin embargo, una vez realizada en el extranjero la mezcla de las diferentes materias primas, se vuelve a introducir dentro de nuestras fronteras y se introduce en los lineales de distribución. Estas mezclas, dicen los agricultores, "deterioran de forma indigna la imagen y el amparo de un producto de excelencia como es nuestro aceite de oliva" por lo que exigen que se le ponga fin de inmediato.
Hacer pasar "gato por liebre"
La práctica de mezclar aceites elaborados con distintas materias primas no es ilegal en Europa, aunque sí es poco habitual, asegura la UPA. En España lo impide la norma de calidad del aceite. Por eso, algunos envasadores están buscando ese resquicio legal de mezclarlo en el extranjero y venderlo en España para -como afirma la organización agraria- hacer pasar "gato por liebre" maximizando sus beneficios a costa de la calidad del producto final.
Es la primera vez que se detecta en nuestro país este tipo de prácticas con el aceite de oliva, pero algo similar sucede también con otro producto como es la miel. Los apicultores europeos llevan años denunciando que a nuestros comercios llegan ya envasados muchos productos en los que la miel original viene mezclada con agua, soluciones de glucosa y ultrafiltradas, aunque se ofrecen al consumidor como si fueran miel al ciento por ciento.
Un engaño que, aprovechándose de un etiquetado confuso y poco claro, consigue que el cliente final consuma un producto que, ni mucho menos, tiene las propiedades beneficiosas que nosotros buscábamos cuando lo adquirimos.