Jamón
Malos tiempos para el jamón español, cuando el sector se intentaba recuperar de la crisis por la pandemia y la sequía, México ha endurecido los requisitos de tal manera que la mayoría de los fabricantes no podrán seguir exportando a aquel país.
Guijuelo es una de las cuatro comarcas de España con denominación de origen de jamón ibérico.
"Ccuánta población depende en Guijuelo del jamón?", le preguntamos a la dueña de un restaurante de esta localidad de Salamanca.
"Pues aquí somos aproximadamente 6.000 habitantes pero todos los pueblos de alrededor dependen de Guijuelo. Porque viene muchísima gente aquí a trabajar" nos comenta.
"Hombre, preocupado sí, porque cuanto menos se sacrifique y menos se venda, pues claro todo eso luego repercute en el empleo", añade un cliente del local.
A la pandemia y a la sequía, ahora se suman los problemas comerciales. México, siguiendo el ejemplo de Estados Unidos, ha decidido endurecer los requisitos para poder exportar allí nuestros jamones.
"Lo que piden hay veces que no lo llegamos a entender. Porque seguimos haciendo lo mismo, que estábamos haciendo antes de cortar. Entonces, no ha habido una explicación real de decir: mirad, es que esto se ha endurecido por esto, por esto y por esto. Entonces, nos ha pillado a contrapié, declara Enrique García, responsable comercial de la empresa de jamones 'Julián Martín'.
"Yo lo que digo es que sí, que tienen razón, porque realmente no se está inspeccionando todo lo que México quiere, pero creo que en cuestión de plazos, para adaptarnos es totalmente irreal que en dos meses o en tres meses o el plazo que México da para subsanar esas deficiencias, las empresas nos adaptemos. Eso es irreal", asegura Fernando García, Consejero Delegado de esta importante empresa jamonera.
"¿Os habéis tenido que buscar países alternativos?", le preguntamos a Enrique. "Eso es. Eso es. Estamos abriéndonos a otros países que hasta ahora no podíamos llegar, y ahora tenemos que intentar llegar", afirma desesperanzado.
Centenares de empresas ya no pueden exportar a México ni a Estados Unidos, por lo que la solución pasa porque las treinta empresas que sí están autorizadas, sacrifiquen y procesen los jamones de los productores que no lo están.