CREE QUE "AÚN ES POSIBLE" EL ACUERDO
La canciller alemana, Angela Merkel, aseguró que "cuando hay voluntad, se encuentra el camino" y se mostró convencida de que si las autoridades políticas griegas muestra esa voluntad "todavía es posible una acuerdo".
"Queremos que los ciudadanos de Grecia, como los de Irlanda, España, Portugal y Chipre, tengan perspectivas de un futuro mejor", manifestó Merkel en una comparecencia en el Bundestag (Cámara Baja alemana) previa a la reunión hoy del Eurogrupo y a la del Consejo Europeo, que se celebrará la próxima semana.
El acuerdo con las instituciones -la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional- sentará las bases necesarias para que el Eurogrupo tome una decisión y también el Bundestag, que debe refrendar el pacto, recordó Merkel.
Reiteró los dos mensajes que han sido el eje de su discurso desde el inicio de la crisis: "los esfuerzos de Alemania tienen como objetivo que Grecia continúe en la eurozona", pero sin olvidar que la "solidaridad" exige responder con "esfuerzo" y "responsabilidad".
Entre algunos abucheos en el pleno, Merkel aseguró que "Grecia ha sido en los últimos cinco años objeto de una solidaridad sin precedentes" y recordó que no ha sido el único país al que los socios europeos han ofrecido ayuda siempre bajo el principio de "apoyo a cambio de contrapartidas".
Frente a Grecia, subrayó los ejemplos de Irlanda, España y Portugal, países que han cerrado sus programas de ayuda, "han aprovechado su oportunidad" y "con reformas estructurales dolorosas han logrado sentar las bases para un nuevo crecimiento, una nueva competitividad y nuevos puestos de trabajo", aunque el camino "no fue fácil" y todavía deben seguir luchando.
Según la canciller, Grecia también estuvo "en el buen camino", pero no lo concluyó y "desgraciadamente" se retrasaron reformas estructurales necesarias, que son un requisito no sólo para cerrar el segundo programa de rescate, sino también para que el país avance hacia un crecimiento sostenible.
Se remitió así al acuerdo alcanzado en el Eurogrupo el pasado 20 de febrero, que permitió a Atenas fijar su propia agenda de reformas con el compromiso del Gobierno de Alexis Tsipras de cumplir con sus promesas y obligaciones ante las tres instituciones acreedoras. Convencida de que el euro es más que una moneda y representa un símbolo de la unidad europea, Merkel abogó por analizar "cuidadosamente" cualquier paso que se dé en el caso de Grecia.
A su juicio, Europa es ahora "indiscutiblemente mas robusta" que al inicio de la crisis y puede enfrentarse a ella de otra manera gracias precisamente a los pasos dados para ayudar a los países con problemas, a las reformas adoptadas y al principio todavía vigente de "solidaridad a cambio de responsabilidad propia".