CRISIS EN EL MAYOR BANCO DE ALEMANIA

Los mercados ven cada vez más cerca el rescate del Deutsche Bank al que su presidente y Merkel se resisten por ahora

Las acciones de Deutsche Bank se sitúan en sus mínimos históricos y disparan los rumores de que tendría dificultades para hacer frente a la multa de 14.000 millones de dólares propuesta por las autoridades norteamericanas para resolver una investigación relacionada con las hipotecas basura.

Las acciones de Deutsche Bank se tambalean en la Bolsa de Fráncfort. Desde comienzos de semana, profundizan en sus mínimos históricos y disparan los rumores de rescate por parte del Gobierno alemán como consecuencia de la multa de 14.000 millones de dólares (12.447 millones de euros) propuesta por las autoridades norteamericanas para resolver una investigación relacionada con las hipotecas basura. Y, con la fuerte caída en los mercados, su capitalización bursátil del banco apenas supera los 14.000 millones de euros.

El pasado viernes, la canciller alemana, Angela Merkel, descartó proporcionar cualquier ayuda estatal a la entidad si finalmente el banco tiene que hacer frente al pago de 14.000 millones de dólares para resolver una investigación relacionada con la emisión y suscripción por el banco de productos respaldados con hipotecas basura entre 2005 y 2007, según informó el semanario 'Focus'. La publicación alemana afirmó que el consejero delegado de Deutsche Bank, John Cryan, solicitó a Merkel la intervención del Ejecutivo alemán si la entidad finalmente debe afrontar un pago que sobrepasa significativamente las provisiones de 5.500 millones de euros (4.884 millones de euros) para batallas legales.

No obstante, Merkel fue este martes menos contundente y eludió valorar la intervención en el primer banco del país, limitándose a mostrar su deseo de que todas las empresas tengan una buena evolución, "también cuando atraviesan dificultades temporales". "El Deutsche Bank es parte del sistema bancario y financiero alemán. Naturalmente deseamos que todas las empresas, también cuando atraviesan dificultades temporales, tengan una buena evolución", se limitó a señalar Merkel, dejando claro que no iba a hacer más comentarios.

Con todo, Deutsche Bank, cuyas acciones acumulan una depreciación superior al 50% en lo que va de año, desmintió este lunes que haya solicitado un rescate al Gobierno alemán. Y su presidente, John Cryan, ha vuelto a descartar dos días después la posibilidad de recibir ayuda del Estado, añadiendo que por el momento no se plantea una ampliación de capital de la entidad bancaria para afrontar los problemas. En una entrevista con el diario Bild, Cryan destaca que la entidad "cumple con todos las exigencias de capital y trabaja duro para que seguir así cuando las exigencias sean mayores". "La situación es mejor de como se percibe desde fuera", asegura tras señalar que en los en los pasados meses se ha avanzado mucho para mejorar la situación del banco.

La multa del Departamento de Justicia de EEUU, vinculada a los negocios inmobiliarios entre 2005 y 2007, es una "primera propuesta de acuerdo" que, asume, ha generado "mucha preocupación". "Pero desde el principio ha estado claro que no pagaremos esa suma", afirma antes de confiar en que las autoridades estadounidenses den al Deutsche Bank el mismo "trato justo" que ha dado a los bancos americanos con los que ha cerrado acuerdos.

Cryan recalca que no entiende cómo alguien puede pensar que ha pedido ayuda a la canciller alemana, Angela Merkel, y señala que ni lo ha insinuado. "No nos lo planteamos", responde a la pregunta de si la entidad necesita ayuda del Estado. Los riesgos contables del banco, continúa, son menores que en el pasado y la situación de liquidez es "cómoda".

Las acciones del banco se han hundido a menos de la mitad de su valor desde que Cryan asumió el puesto en julio de 2015 y él reconoce la preocupación de los accionistas, que quieren que se ponga fin a los riesgos legales y se avance en las reformas. "Eso da margen para mucha especulación", reconoce antes de recalcar que las reformas necesitan tiempo e insistir en que se sigue el plan previsto.

Cryan considera "irrelevante" que la entidad no consiguiera un buen puesto en la lista de bancos europeos tras los test de resistencia y recuerda que las reservas de capital son mejores que hace dos años. Sobre los planes para recortar 9.000 puestos de trabajo, 4.000 de ellos en Alemania, se limita a señalar que se sigue el plan previsto y que las negociaciones con el comité de empresa están en buena medida cerradas. Tampoco revela si la dirección cobrará bonos este año, pero señala que todo el mundo conoce las dificultades y nadie tiene esperanzas no realistas.

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